De acuerdo con el diagnóstico penitenciario realizado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), el Centro Penitenciario No.1 de Aquiles Serdán obtuvo una calificación de 6.8 debido a ciertas irregularidades presentadas, entre ellas la sobrepoblación que de 2 mil 062 subió a 2 mil 420 personas, que equivale al 117%, en 2024.
Según las especificaciones de dicho documento, el personal de seguridad y custodia, así como el equipamiento, son insuficientes para las Personas Privadas de la Libertad (PPL).
El diagnóstico también señala que en el último año han sido registrados casos de riñas, suicidios y homicidios dentro de la cárcel.
Aunado a eso, no hay suficientes espacios para alojar a los internos y tampoco existe un área específica para personas sancionadas.
En lo que respecta a personas con discapacidad mental o psicosocial, no hay un sitio adecuado ni para protección. El estudio indica que sólo un pequeño porcentaje tiene un trabajo con remuneración.
Además, es evidente la deficiente separación entre personas procesadas y sentenciadas.
Del total de los presos, están registrados algunos con mayor vulnerabilidad, entre éstas: adultos mayores de 60 años con 44; indígenas, 50; con discapacidad física, 19; con adicciones, 100; integrantes de la comunidad LGBTTTIQ+, 17; con VIH, 19 y con tuberculosis o hepatitis, nueve.
El análisis está fundamentado en una evaluación técnica desarrollada bajo un enfoque de derechos humanos, orientada al respeto, protección y promoción de éstos.
El funcionamiento del sistema penitenciario demanda esfuerzos excepcionales por parte de las instituciones que intervienen en el mismo.
La Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) mantiene como eje sustantivo la supervisión permanente de los Centros de Reinserción Social y de las cárceles municipales del estado de Chihuahua, con el propósito de visibilizar problemáticas y formular propuestas de mejora.