Chihuahua, Chih.- La rickettsiosis, una infección bacteriana transmitida por garrapatas, se ha convertido en un serio problema de salud pública en estados como Chihuahua, donde es endémica. Según el infectólogo pediatra Moisés Ramírez López, esta enfermedad puede ser mortal en casi el 100 por ciento de los casos si no se recibe tratamiento durante los primeros cinco días posteriores a la mordedura.
El principal obstáculo para su control es la dificultad para diagnosticarla a tiempo. Los síntomas iniciales son inespecíficos: fiebre, dolor de cabeza, malestar general y dolor abdominal, lo que frecuentemente lleva a confundirla con otras enfermedades.
El actual brote de sarampión ha complicado aún más el panorama, pues ambas enfermedades comparten manifestaciones similares en sus primeras etapas, incluyendo la aparición de exantemas que solo un ojo experto puede diferenciar.
El tratamiento efectivo existe y es relativamente sencillo: la doxiciclina, un antibiótico oral de bajo costo. Si se administra en los primeros días, la probabilidad de sobrevivir sin secuelas es altísima.
El problema surge cuando los pacientes llegan tarde a los servicios médicos, ya sea porque no asociaron los síntomas con la mordedura de garrapata o porque los médicos de primer contacto no indagaron sobre ese antecedente.
En casos avanzados, la bacteria Rickettsia rickettsii daña los vasos sanguíneos, provocando necrosis en extremidades que pueden terminar en amputaciones. Cuando la infección alcanza un estado de sepsis, las opciones terapéuticas se reducen drásticamente, pues en México ya no se consigue la presentación intravenosa de doxiciclina, clave para estos pacientes.
Chihuahua enfrenta un escenario particularmente delicado. Solo este año se han registrado siete muertes y 17 casos, una cifra que, aunque menor a la del año pasado, sigue siendo alarmante. El calor y la temporada de apareamiento de las garrapatas agravan la situación, aumentando el riesgo de exposición. Además, la coinfección con otras bacterias como Ehrlichia complica aún más el panorama.
Las medidas preventivas son claras: controlar las garrapatas en el entorno urbano, proteger a las mascotas con antiparasitarios y, sobre todo, sensibilizar a la población y al personal médico.
Cualquier persona con fiebre y antecedente de posible contacto con garrapatas debe buscar atención inmediata, especialmente ahora que el brote de sarampión puede distraer la atención de esta otra amenaza. La diferencia entre la vida y la muerte puede estar en esos cinco días críticos.
El doctor Ramírez López insiste en que, aunque se ha mejorado en la detección temprana, no hay que cantar victoria. La rickettsiosis sigue siendo una amenaza silenciosa y letal, especialmente en comunidades donde las garrapatas forman parte del paisaje cotidiano. La clave, repite, está en pensar en ella a tiempo.