Cd. de México.- A veces es una mirada asesina. Una murmuración con la boca cerrada que busca hacer daño. A veces, algo más. Una mentada, un insulto porque el calor del sol mata y es viernes de quincena y de por sí podría haber tráfico, pero la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) bloquea desde las ocho de la mañana el cruce de Insurgentes y Reforma y los carriles centrales de Circuito Interior.
Los maestros exigen la derogación de la reforma al ISSSTE de 2007 que les impidió retirarse con el 100 por ciento de su salario pero obligan a un hombre de bastón, porque se rompió la cintura hace un año, a caminar más de un kilómetro para ir a reclamar su pensión allá por la Glorieta de Insurgentes.
"Yo pensé que ayer nada más había sido. Pero nunca pensé que fuera hoy también", dice Mario Osorio.
"¡Holgazanes, bola de holgazanes!", "¡Pónganse a trabajar!", les grita una pareja de viejitos, agarrados del brazo, mirando a los maestros de gorras, sombrillas y sombreros, que se turnan al sol para sostener las cuerdas, las mantas, las lonas negras y rojas, las fotografías de Carlos Marx, Lenin y Stalin. Otros descansan en la sombra, pensando cuándo los recibirá la Presidenta Claudia Sheinbaum para que les diga si cumplirá la vieja promesa de Andrés Manuel López Obrador de derogar la reforma. En la conferencia previa pidieron que los recibiera hoy, pero Sheinbaum ya se fue a Coahuila.
"Todos son una bola, perdón por la expresión, de estúpidos", dice la mujer, cuidando que su esposo no tropiece o se dé en la cabeza con los lazos amarrados al camellón. Llegaron de Pachuca, Hidalgo, a Indios Verdes. Iban en Metrobús hasta el Parque Hundido, pero por el bloqueo cerraron del Monumento a la Revolución hasta la Glorieta de Insurgentes. Mil 200 metros que deben hacer a pie, entre la línea de maestros sentados en sillas de plástico o banquitos. Nadie atraviesa por ahí, sino por los costados. Los ciclistas creen que ellos sí pueden, pero los obligan a cruzar a pie.
"Caminen, caminen, caminen, te dicen, mientras ellos, ahí aplastados. Caminen, sí y que se jodan todos los demás como cada quien quiera o pueda", alega la mujer.
El bloqueo inició antes de las 10 de la mañana y durará más de cinco horas, hasta las tres de la tarde. Hay discusiones, insultos racistas, que los maestros, acostumbrados al bloqueo y la marcha, resisten.
"¡Váyanse a la chingada, pinches mugrosos maestros!", grita una anciana de piel casi transparente. Pasa detrás de la robusta líder de la CNTE en Guerrero, Elvira Veleces Morales, indígena mixteca, docente de preescolar, murmurando más cosas, pero sin quitar la mirada del pavimento que quema. El calor se siente a pesar de la suela de los zapatos. Dos maestras se tapan el sol con sus rebozos rosas y se miran apenadas.
"Nosotros pensamos que es culpa del Gobierno porque ayer anunció una semana más de vacaciones, ¿y eso cuándo lo pedimos? Nosotros pedimos la derogación de la reforma neoliberal que ellos mismos criticaban cuando no eran gobierno", dice Veleces Morales.
Hay motociclistas que intentan cruzar, pero son repelidos. Los maestros ponen no sólo los carteles sino el cuerpo. Los convencen o no, por ahí nadie pasa. Pasan turistas arrastrando maletas. "Estoy aquí, aquí, y no sé dónde es, todo aquí es una recocha", expresa al teléfono una mujer extranjera. Va de una esquina a otra en el cruce. Al final se decide hacia Chapultepec.
Un hombre con un niño de 4 años se detiene en el centro del bloqueo y toma un video. Será la prueba ante su jefe de por qué tanto y tanto. Salió hace más de una hora de La Merced en el Centro hacía la Calle Niza a entregar tres cajas pesadas de hojas. El Uber le marcaba media hora y un costo de 110 pesos. Después de más de una hora de andar buscando algún resquicio, terminó pagando 300 pesos.
"Si hubiera estado enterado, a lo mejor me doy la vuelta por allá y traigo al Uber y damos la vuelta por atrás y sin tanto problema. Yo en mi forma de pensar, siento que perjudican al pueblo. Al mismo pueblo", dijo, caminando ya hacia el Metro Balderas, más de un kilómetro.
Y esto, informaron los líderes de la CNTE, es apenas el inicio. El paro y el plantón en el Zócalo es indefinido. La Coordinadora presume la representación sindical de todas las escuelas en Oaxaca, Chiapas y Zacatecas, y un gran número en Guerrero, Michoacán, Ciudad de México, incluso Durango y Chihuahua. Este sábado darán paso gratis al Metro. El domingo marcharán del Ángel al Zócalo. El lunes tomarán las casetas hacia Cuernavaca, Querétaro y Puebla. "El aeropuerto todavía no, vamos ir subiendo la presión", dijo un maestro.
"Aquí vamos a seguir hasta que nos escuchen, pero que no nada más nos escuchen, sino que den ya la respuesta", agregó la dirigente de la CNTE en Michoacán, Eva Hinojosa. Más contingentes se encuentran en camino.
A pesar del letargo somnoliento del medio día, la CNTE no se calla. Se turnan en el altavoz y las bocinas para dar "saludos combativos", para atacar al Gobierno con los mismo calificativos que este mismo ataca a sus críticos. "Neoliberales", "traidores del pueblo", "cómplices de los poderosos" y explicar sus demandas, ajenas siempre, a los que pasan maldiciendo.
"No sé, ni me importa. Lo que ellos pidan, que lo pidan y dejen de joder a la demás gente", dijo una mujer apurada y sudorosa. Salió de Cuautepec, va hasta El Caminero.