-Explosión migrante fue de lo más leve
-Da la sorpresa México Republicano 
-Elecciones en municipios casi como de escuela

Con casi dos horas de retraso llegó la candidata presidencial de la alianza Fuerza y Corazón por México (PRI-PAN-PRD), Xóchitl Gálvez Ruiz, al evento masivo de Camargo, luego del hitazo que pegó en Juárez con el primer encuentro masivo de su gira por Chihuahua, que comenzó el sábado y concluyó ayer domingo.
Con el poliforo municipal a reventar gracias a la buena operación de los alcaldes y candidatos de la región, liderados por Tony Meléndez y Jesús Valenciano, la abanderada fue retrasada por una caravana agropecuaria que la tomó por sorpresa, para pedirle, exigirle que impida la continuidad de la 4T y sus representantes.
Como casi no le gusta el tema del campo, Gálvez Ruiz terminó al volante de un tractor (video en versión digital de GPS) luego de atender a las personas que le dieron la bienvenida al pueblo, con el compromiso de pelear por lecheros y productores agrícolas, para que ni una gota de agua vuelva a ser robada de las presas de Chihuahua, como ocurrió con la administración federal entre 2020 y 2021.
El retraso de Gálvez Ruiz fue digerido en buena medida por el palomazo con el que debió salir al paso el candidato cantante del Conjunto Primavera. Pero, además, porque no fue una mala señal de las condiciones políticas de la región sur del estado, que a finales del año pasado generaba preocupación al prianismo por el presumible crecimiento morenista en varios municipios.
Tal vez a los organizadores de la gira y a los encargados de la logística les falló el cronómetro que no habían traído tan alterado durante toda la campaña, pero con todo y retrasos resultó favorable el cierre de la gira por el estado, que comenzó en la frontera, siguió en la capital con reuniones muy en corto con la gobernadora Maru Campos y otros liderazgos, para cerrar en la productiva región agrícola del sur de la entidad.
En su recorrido por el centro y sur de la entidad, la candidata presidencial lo que hizo fue aceitar la aplanadora que le prometieron en dicha región los líderes políticos que están por encima de partidos y organizaciones, como los exgobernadores Fernando y José Reyes Baeza, los mártires del agua como Chava Alcántar y Andrés Valles, entre otros de los figurones que acudieron a respaldarla.
Buena falta le hacía esa aceitada directamente por la candidata mayor del proceso electoral. Deberá reflejarse su efecto en las siguientes encuestas serias, en las que el PRIAN deberá despegar con mayor contundencia, ya más lejos de esas suposiciones de que Morena había logrado control total en la región gracias a los programas sociales y como si el atracó del agua de años pasado ya hubiera sido perdonado por los chihuahuenses.

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Lo ocurrido la tarde del viernes en los alrededores del campamento migrante de la avenida Juan Pablo II, fue apenas una explosión leve de la bomba de tiempo que tiene más de un año dejándose crecer y ahora es atendida de forma tardía por el Instituto Nacional de Migración (INM). 
No fue una gresca repentina, no fue una organización espontánea de los migrantes ni algo que surgió de la nada, sino una reacción largamente cocinada, la cual tuvo como detonante una errática intervención del INM, que también tiene nombres y apellidos.
Ni el comisionado nacional del INM, Francisco Garduño Yáñez, procesado penalmente y mantenido en el cargo; ni la enésima delegada nombrada desde la tragedia en la estación migratoria de Juárez del año pasado, Esther Martínez, habían prestado atención a la problemática creciente de la capital.
Fue, muy seguramente, la presión estadounidense la que obligó a actuar a la administración de Andrés Manuel López Obrador, ante la cada vez más crítica situación que vivía el bordo fronterizo las últimas semanas. 
Eso llevó a intentos de control del INM de un problema que ya estaba desbordado, que en la frontera le dio resultados medianamente aceptables para impedir el pase por el río, pero en Chihuahua terminó mal, al aplicar una acción más policiaca que humanitaria como intento de solución.
Tanto Garduño como Martínez saben perfectamente que la migración es producto de una necesidad más que un deseo. De ahí parte su origen como derecho humano reconocido internacionalmente. 
Desde esta óptica, es imposible contener el fenómeno a la fuerza, como lo aplicó el INM en un campamento más pequeño, el de la deportiva José “Pistolas” Meneses, pero que fue fallido al tratar de hacerlo en el del sur de la ciudad, mucho más grande.
Por eso, las acciones policiacas no han hecho más que dispersar a los migrantes por toda la ciudad y, ahora, calentar los ánimos en el cada vez más grande asentamiento con población flotante, que no se va a ir de la noche a la mañana así le caigan tanquetas militares para impedir su tránsito hacia el norte.
Sigue siendo el gran pendiente de ese ineficaz e inhumano INM, atender de forma humanitaria una crisis con una política migratoria real que beneficie al país y que al mismo tiempo no sea cruel y lesiva para los migrantes.

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Luego de que cerró la convocatoria del Instituto Estatal Electoral (IEE) para la inscripción de candidatos, el que dio la sorpresa de todos los partidos, fuera de los ya conocidos, fue México Republicano, cuyo timón lleva el expriista alcalde de Aquiles Serdán, Juan Hernández.
Resulta que hasta el IEE hizo un reconocimiento público al partido por haber cumplido en tiempo y forma con la convocatoria del proceso electoral vigente. Aunque es una organización de reciente creación, ocupó el segundo lugar en la lista de partidos existentes con más de mil 200 candidatos para puestos de elección popular.
Además del número de candidatos inscritos en todo el estado de Chihuahua, el IEE le reconoció a México Republicado la calidad de los postulados, ya que son ciudadanos ejemplares, sin cola que les pisen, y la mayoría profesionistas, por lo que esta organización podría convertirse realmente en fuerza electoral relevante.
El partido que se estrena en estas elecciones jaló reflectores también por la defensa que hizo de los valores fundamentales de igualdad y libertad en el proceso electoral, ante ciertos intentos de discriminación que hubo en el camino.
Defendió una postura política dentro y fuera del IEE, en el sentido de que la no discriminación implica respetar la libertad de elección de cada individuo, sin importar su identidad de género, creencias religiosas u origen étnico. 
Asimismo, la idea de que, en un país diverso y plural como México, es esencial garantizar que todos los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto de manera libre y sin coacciones externas, lo que implica rechazar cualquier intento de manipulación o presión que busque condicionar el voto de los ciudadanos en función de características personales que no deberían ser relevantes en un proceso electoral justo y equitativo.
Así, se enfrenta a un reto importante, el de convertirse en una fuerza política con el respaldo que logre obtener en estas elecciones.

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Hay un estudio elaborado por el Instituto Estatal Electoral (IEE) para determinar los topes de campaña electoral para ayuntamientos, encontrándonos con que no son pocos en aquellos que se aplica un principio de suplencia para señalarles al menos el mínimo, que es de 217 mil.
Si se aplicara a rajatabla la fórmula para determinar esos topes de campaña, tenemos que habría municipios cuyos candidatos apenas podrían gastar 51 mil pesos como Coronado, 41 mil pesos como Huejotitán, o ya en el caso más extremo, 32 mil pesos como Maguarichi.
Este último Municipio es menos que una colonia de las despobladas de la ciudad de Chihuahua o de cualquier ciudad media; tiene apenas un padrón de mil 206 personas inscritas, que si nos vamos al Listado Nominal, tendríamos que restar al menos el 10 ó 15 por ciento.
Pero estos son los casos extremos. Contamos 37 municipios que no alcanzan el mínimo de población para lograr mediante la fórmula de multiplicar el 25% de la Unidad de Medida de Actualización (UMA) por el padrón electoral, los 217 mil pesos mínimos de tope de campaña.
En esos municipios, 10 o 20, la elección es casi como una selección de sociedad de alumnos de un plantel de Bachilleres, que tiene dos o tres mil estudiantes.
Es triste la condición. Y no decimos que esos dineros se los vayan a dar sus partidos, ni mucho menos el IEE, pero es el tope, que para muchos no es cosa más que ilusión.
No son pocos los municipios que parecen condenados a desaparecer en los años venideros, por la  escasísima población que tienen, y que en la práctica sobreviven en virtud del apoyo oficial y la decisión valiosa y reconocida de sus habitantes, que se niegan a ver desaparecer el municipio que los vio nacer.