-Atienden UACH y Salud a cirujanos plásticos
-La doble vara electoral
-Siguen costando asambleas municipales
Ni todas las presiones a la Unidad de Delitos contra la Vida de la Fiscalía Zona Centro han ayudado a esclarecer de forma acelerada, como demanda la situación, el asesinato del empresario, Marcos Gabriel Wisbrun Terrazas, dueño de la famosísima marca Chachitos de Chihuahua.
El heredero de la dinastía que en 1954 fundó la productora de cereal endulzado, reconocido como uno de los mejores frente a grandes corporativos trasnacionales, fue hallado muerto el lunes pasado en las oficinas de la empresa, ubicadas en la colonia Santo Niño, en las calles José María Mari y 31.
Desde el hallazgo del cadáver surgieron versiones de que, desde el viernes previo, había atendido citas misteriosas y mostraba ciertas preocupaciones, de las que había hablado tal vez con gente de su más absoluta confianza. Nada en concreto ha sido posible conocer.
Pero su deceso, de acuerdo al diagnóstico oficial tras la necrocirugía, habría ocurrido el domingo, en un ataque brutal y con saña. La causa de muerte es asfixia mecánica por estrangulamiento, pero además mostraba huellas de golpes en gran parte de su cuerpo.
Horas valiosas de ese domingo y las primeras del lunes ocho de julio debieron aprovechar los asesinos -presumiblemente es más de uno- para acomodar la escena y huir sin problemas, sin ruido, al menos hasta el hallazgo por parte del personal de la empresa que diligentemente dirigía.
El robo fue descartado de inmediato como móvil del crimen, pero hubo intentona de mantener el caso enterrado. Su identidad fue difundida hasta el martes de forma parcial, sin los apellidos, pero pronto en el ámbito empresarial y político fue confirmándose la lamentable noticia.
Era imposible ocultar, quien sabe con qué intenciones, un deceso violento de quien dirigía una de las marcas chihuahuenses con mejor branding nacional y hasta internacional.
La Fiscalía sintió verdadera presión cuando las redes comenzaron a llenarse de mensajes de despedida. En GPS versión digital puede verse, junto con la foto de la víctima, el recorte de una página de Facebook llamada "Memes de Chachitos", con 111 mil seguidores, para dar una idea de su impacto.
Pero ni por eso hay todavía avances sustanciales en la investigación ya no se diga para dar con los responsables, sino hasta para dilucidar el móvil de tan lamentable caso. Descanse en paz.
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La muerte de una paciente en el Centro Médico Colón, en una intervención de un cirujano plástico egresado de una subespecialidad del Hospital Central, así como la reacción mediante un fuerte desplegado del Colegio de Médicos Cirujanos Plásticos del Estado con la exigencia de revisar la formación en dicho nosocomio, tuvieron una rápida respuesta de la Secretaría de Salud.
En un comunicado de la dependencia que dirige Gilberto Baeza, quedó establecido el compromiso de atender la revisión de los planes de estudio de la subespecialidad que oferta el nosocomio estatal, como se hace con el resto de los cursos médicos oficiales.
Pero la SS afirmó que no se trata de un curso sin un aval o fundamento académico, sino una subespecialidad médica para cirujanos en una residencia de Cirugía Plástica Reconstructiva, por lo que quienes pretenden ingresar tienen como requisito tener cumplidos, cuando menos, dos años como cirujano general y posteriormente realizar cuatro años de estudios en la subespecialidad.
Además, precisó no es una sub especialidad en cirugía plástica estética, sino en cirugía plástica reconstructiva, enfocada en mejorar las condiciones de salud de las personas y no en la apariencia física.
Asimismo, contrario a lo que asentaron los profesionales colegiados de la cirugía plástica, la residencia inició en 2013 con la aprobación del Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Chihuahua y del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva A.C.
Por lo tanto, el programa académico está avalado por la UACH y basado en el programa Operativo de Especialidades Médicas.
Tal vez por ahí hay un teléfono descompuesto al interior del gremio de los cirujanos plásticos, reconstructivos y estéticos.
Aunque, por supuesto, es siempre justo el reclamo de mejorar los estándares de salud, lo que parece habrá de ser bien atendido por las instancias involucradas.
Esperemos que así sea.
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Hay aroma a doble vara en las resoluciones que a contentillo están emitiendo por doquier tribunales electorales para beneficiar a Morena y sus aliados en todo el país, en congruencia con aquella frase de que “no me vengan con ese cuento de que la ley es la ley”.
Están olvidando los magistrados cualquier principio de estricto derecho, un retroceso de añales, cuando eran las comisiones electorales con mayoría del PRI y el secretario de Gobernación como presidente quienes resolvían las disputas de triunfos.
Son las épocas del colegio electoral conformado por la mayoría ganadora en los comicios, quienes refrendaban inclusive la elegibilidad de candidatos, tumbaban a unos y subían a otros, con el mayor descaro.
Dos resoluciones últimas de tribunales electorales hacen temblar al tambaleante sistema electoral nacional, la que anula la elección de alcalde en Zacatecas, que es oda a ese voluntarismo, sin elemento alguno de naturaleza jurídica sustentada, más que puras generalidades.
Ese expediente tendría que ser motivo de estudio junto con el que ordenó el recuento total en la alcaldía Cuauhtémoc en la ciudad de México, y que debió ser revocado de pleno por el Trife, en lugar de regresarlo para fundar y motivar correctamente.
Con esos criterios de anulación/recuento discrecionales, en estos momentos no habría elección válida que sobreviva en los pasados comicios, aplicados a la Presidencia de la República, intervención directa, miles de millones de pesos repartidos a electores cautivos mediante servidores de la nación, etc.
La doble vara es evidente y con ella es muy complicado por ejemplo que sobreviva ese voto válido rescatado de la casilla 1036 básica en Belisario Domínguez, que empató la elección a síndico en 535 votos.
El elector al votar marcó con una raya las siglas del PRI que la asamblea municipal en aquel municipio consideró no tenía claridad para ser considerado válido, contrario al TEE, que basado en criterios del Trife, le dio validez, para proteger la intencionalidad del voto.
Bajo esa doble vara, veremos a Sala Guadalajara anulando de nuevo, para darle el triunfo al PT.
Es cierto, no hay punto de comparación entre la estratégica alcaldía Cuauhtémoc, en el centro neurálgico político en Ciudad de México, y el pequeñísimo municipio chihuahuense, pero ejemplifican ese voluntarismo electoral alejado de la construcción de un robusto sistema jurisdiccional en la materia.
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A un mes y 15 días de la elección, hay 24 asambleas municipales que bajaron la cortina, al terminar con las funciones para las cuales fueron instaladas y la gran ventaja de que no hubo impugnaciones o bien ya están firmes.
Se trata de las oficinas localizadas en Aquiles Serdán, Chínipas, Coronado, Cusihuiriachi, Cuauhtémoc, Galeana, Guadalupe, Huejotitán, Janos, Julimes, La Cruz, López, Maguarichi, Matachí, Matamoros, Morelos, Moris, Rosario, San Francisco de Borja, San Francisco de Conchos, San Fco. del Oro, Santa Isabel, Temosachic y Valle de Zaragoza.
La gran duda es qué pasa con el resto, porque son la inmensa mayoría.
Es decir, siguen funcionando con personal reducido, o simplemente está el presidente de la asamblea esperando que sean resueltos en definitiva las impugnaciones, tanto a nivel local como federal.
La cuestión es que son pesos y centavos para el Instituto Estatal Electoral, en locales y bodegas, donde están selladas las puertas, con las firmas de representantes de partido y funcionarios electorales.
Siendo prácticos, todas esas oficinas debieron haber terminado y cerradas oficinas y bodegas, y los paquetes, trasladados junto con los de los 24 municipios ya indicados arriba, sólo para sesionar en su caso o comparecer de ser necesario, en alguna sesión extraordinaria para distribuir pluris si hay modificaciones o nuevas constancias de mayoría.
Pero, el miedo no anda en burro, y ha preferido el IEE ni moverle a las desconfianzas de los partidos particularmente de Morena, que trae la fuerza federal detrás, aún a pesar del costo, y de que las finanzas del órgano electoral están apretadas, ya en los estertores del proceso electoral que se niega a concluir, y le sigue costando dinero a los chihuahuenses.