¡El pueblo rugió con todo su poder el 2 de junio! Y así debe ser: es el soberano de la sociedad democrática. ¡Y vaya que se dejó sentir en las urnas! Su mandato es muy claro: que se cumplan todas las promesas electorales de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Al respecto recordemos que desde hace meses las promesas electorales de Claudia, son las reformas constitucionales que había propuesto López Obrador y que no pudo lograr por la llamada “moratoria legislativa” en que la oposición prianista se amuralló para no aprobarlas, Pues ahora, gracias a que Morena logró el “Plan C”, esto es, la mayoría constitucional en el Congreso de la Unión y las dos terceras partes de los congresos locales, es lógico que ahora aceleran los tiempos, para aprobarlas en septiembre, incluso, “sin cambiarles ni una coma”. En ese sentido el mandato popular en las urnas está siendo atendido ipso facto, por la alianza progresista. Diría Maquiavelo, estos progresistas “no se andan con rodeos”.
En los sucesos post electorales, la presidenta Claudia, presentó el jueves a los primeros 6 funcionarios de su gabinete. Algunos dicen que fue una clara acción para “tranquilizar al mercado financiero y al vaivén del peso frente al dólar”, lo cual, en efecto, logró tranquilizarlos. Sin embargo, ya lo había anticipado la presidenta, hace días, pero con la manifiesta intención de ganarle tiempo a la transición y asumir decisiones de poder, antes de su toma de posesión. Sin perder el tiempo y con el expreso acuerdo del presidente López Obrador.
Sobre la presentación de los 6 funcionarios del gabinete presidencial, ya se ha dicho mucho: que su perfil es técnico, muy académicos, los idóneos para la responsabilidad que van a asumir, con vasta experiencia en la materia, etc.
Desde nuestra perspectiva, decimos que se está formando un gabinete con funcionarios altamente calificados en la ciencia y la academia y que principalmente forman parte del grupo técnico-político con el que Claudia gobernó en el Distrito Federal. De todo ello, sobresale la intención presidencial de darle en este sexenio el impulso directo, a la investigación científica y tecnológica, púes sustituye al CONACYT Y se crea la Secretaria de Ciencia Humanidades, Tecnología e Innovación. Al mundo intelectual, le atrae muchísimo la idea.
En ese mosaico de los sucesos posteriores a la elección, vemos que los que ganaron en la coalición “Sigamos Haciendo Historia”, son los que más se apuran para cumplir con el mandato de las urnas. Pues “desde antier”, empiezan a dar pasos para aprobar en el Congreso de la Unión, las primeras 5 reformas constitucionales, de más de 20 que van a aprobar.
Como es natural, después de la intensa jornada electoral, el pueblo dejó de manifestarse abierta y públicamente y en redes sociales, el despertar de la conciencia política, también se puso en modo “descanso”. A sabiendas, de que ya está “el piso” de la lucha por la gubernatura, la población optó por el descanso psicológico en face y Tik Tok. Sin embargo, “el pulso” sobre la actividad de los movimientos sociales y su irrupción política en la historia, nos hace conjeturar, de que al pueblo que vimos trabajando el 2 de junio en las filas para votar; ahora está un tanto pasivo, pero muy atento del acontecer político. Habida cuenta de que, apenas empezarán a resolver las decenas de impugnaciones electorales, que los partidos y los candidatos interpusieron al verse derrotados. Suponemos, que esta circunstancia es la que origina el tangible vacío del intangible espíritu popular en los medios digitales.
Acontecimiento inédito en el tema de la sucesión presidencial, es el hecho de que López Obrador y Claudia están trabajando concertadamente y sin conflicto alguno en la transición del poder. Es un suceso, de la mayor relevancia en el traspaso del poder presidencial, pues si ningún reclamo entre ellos, la sociedad está tranquila y la economía no tiene sobresaltos. Incluso, los sectores empresariales que durante la elección asumieron agresiva y muy intensamente, la defensa de su candidata conservadora, ahora alegremente, como si nada, se están subiendo al proyecto de la presidenta de México. Situación que tiene asombrado al mundo entero y aplaudiendo a los mercados económicos globales.
En ese mismo escenario de reconocimientos a la victoria de la presidenta, la gobernadora de Chihuahua está proponiendo, construir nuevos lazos en la relación del Estado con la Federación. Estrategia que es radicalmente distinta, a la que se había mantenido desde hace 3 años entre el gobierno local y el federal.
Fue tan contundente el mensaje que hizo el pueblo en las urnas, que está obligando a los senadores del PRI, a apoyar los foros de consulta popular, profesional y parlamentarios sobre la reforma judicial. Con lo cual el PRI, da la apariencia, de que ha roto con la jetatura de Alito Moreno y que acepta de forma condicionada, el mandato popular en el Congreso de la Unión. Todo indica que sacar a Alito Moreno de la presidencia del PRI es irreversible; pero apoyar el mandato del pueblo en las urnas, es la diferencia entre conservar el registro o expedir su acta de fallecimiento.
Es lógico que con la derrota del PRIAN, surjan fuertes reclamos para que Alito Moreno y Marko Cortés no sólo renuncien a su liderazgo partidista, sino que también rindan cuentas de cientos de millones de pesos que recibieron para la campaña conservadora. Eso los tiene de puntitas, en otro país. Y los reclamos del pago de facturas, embargos e hipotecas, están más fuertes que el ciclón Alberto, que ni el fuero como senadores los va a proteger.