¿Qué hay detrás del éxodo de miles de seres humanos que deciden abandonar su país para buscar mejores oportunidades de vida? ¿Cómo garantizar que quien sale de su territorio puede volver o, al menos, encontrar lo que desea? Además de una travesía de terror, miles de migrantes se juegan la vida, literalmente, que incluye a inocentes niños.

En menos de un año, más de 40 personas que provenían principalmente de países centroamericanos han muerto en carreteras mexicanas, en ese intento desesperado por llegar a territorio norteamericano.

Si las reseñas periodísticas son desgarradoras, las imágenes son una película de espanto. Desde el mes de julio del año pasado, y hasta marzo de 2024, los accidentes carreteros han sido un común denominador cuya consecuencia fue fatal para migrantes en busca del sueño americano.

El miércoles pasado se recordó la tragedia que el 27 de marzo del año pasado ocurrió en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración en Juárez, donde 40 migrantes perdieron la vida atrapados, mientras un incendio consumía el inmueble.

Ese hecho marcó la grave ausencia de una política migratoria mexicana, porque muy lejos de garantizar el tránsito por nuestro país, no se siguen los más indispensables protocolos de seguridad de quienes utilizan a México para llegar a Estados Unidos.

Vaya: han sido múltiples los incidentes en que cientos de migrantes escapan de los espacios que las autoridades de migración mexicana disponen para, primero, generar la documentación de legal estancia en el país y, segundo, determinar la improcedencia del mismo y, por consecuencia, realizar la deportación inmediata.

Ha sido un calvario para miles de migrantes, porque las puertas de las fronteras del sur se abrieron indistintamente, hasta crear un caos en el tránsito masivo a lo largo del territorio mexicano; las consecuencias han sido desastrosas y los ejemplos están documentados:

En julio 28 de 2023, cuatro mujeres y un menor murieron y otros 18 migrantes resultaron heridos, todos presuntamente hondureños, en un accidente de tráfico ocurrido en una carretera del estado de Tabasco, en el sureste de México, el comunicado de las autoridades de migración, indicaron que el accidente tuvo lugar en la carretera que une Villahermosa y Coatzacoalcos cuando sufrió “un percance” una furgoneta que transportaba a 23 personas, casi todas mujeres y menores.

En la camioneta viajaban 11 mujeres, dos hombres y 10 menores. Las cuatro mujeres fallecieron en el lugar y el menor, de dos años, en el hospital. Un menor de nueve años fue trasladado a un hospital de Villahermosa con su madre para someterle a una cirugía.

El primero de octubre del año pasado, al menos 10 migrantes cubanas, entre ellas una menor de edad, perecieron cuando un camión de carga en el que viajaban se volcó en el sur de México. El accidente, que dejó también 17 heridos graves, ocurrió en la madrugada en una carretera entre las localidades de Pijijiapan y Tonalá, en el estado sureño de Chiapas.

Antes, a principios de agosto, casi una veintena de migrantes murieron cuando un autobús de pasajeros cayó en un barranco en el estado Nayarit. El 6 de octubre de 2023, un autobús particular volcó esa mañana a la altura del kilómetro 88 de la carretera Oaxaca-Cuacnopalan, en el sureste mexicano. La Fiscalía de Oaxaca confirmó en principio la muerte de 18 personas (dos mujeres, tres menores de edad y 13 hombres), todos originarios de Venezuela y Haití. Los migrantes habían iniciado su recorrido en el Estado de Chiapas, donde se encontraban esperando sus trámites migratorios.

El accidente se registró al amanecer, cuando el vehículo se acercaba al estado de Puebla. Además de los muertos, hubo al menos 27 heridos. Pero no solo es en México: el 8 de noviembre de 2023, en la carretera 57, a la altura de Uvalde, Texas, cuando el conductor de un vehículo que transportaba migrantes, huía de la persecución policiaca, se estrelló contra otro automotor.

En esa persecución que realizaba el Sherif del condado de Zavala, murieron cuatro hondureños que habían ingresado por territorio mexicano. La tragedia seguía marcando a los migrantes, frente a una ola de accidentes mortales durante su travesía de miles y miles de kilómetros.

Finalmente, el 22 de marzo pasado, varios migrantes que caminaban a la orilla de la carretera Panamericana de Chihuahua a Ciudad Juárez fueron atropellados por un vehículo que volcó matando al menos a dos de ellos. El accidente fue a las 9:19 a la altura del kilómetro 122.

No es uno, sino varios los accidentes fatales que dejan sin vida a quienes huyen de sus países buscando mejor vida. Dolorosas tragedias, con mudas respuestas porque, para empezar, las mafias de traficantes de seres humanos siguen operando sin freno. Al tiempo.