La nueva presidenta Claudia Sheinbaum, debe tener un grave problema identitario: por un lado, por sus orígenes de padres y antepasados judíos; por otro, de muy joven se arraigó a las ideas socialistas, enemigas de los judíos y de quienes poseen el gran capital.
Además, hoy como presidenta y obligada a cumplir los caprichos de su mentor, AMLO, que no se irá, y cuya sombra la perseguirá con los personajes políticos impuestos en el gobierno por el de Macuspana, incluido su hijo, para asegurarse cumplirá todo el libreto que se le encargó, si no, el pueblo exigirá que regrese al ídolo de México.
Sheinbaum, de ascendencia judía, de abuelos maternos sefardíes de Bulgaria y paternos de Lituania. Ella, acepta que, muchos de sus familiares antepasados, murieron en el Holocausto Nazi, realidad que los regímenes de izquierda desean sepultar y afirman que no existió.
Un gran conflicto de identidad que padece la presidenta, debido a que, por su ideología invitó a su toma de protesta al ruso Vladimir Putin, un genocida por la guerra contra Ucrania, el cual se negó a asistir por temor a ser detenido ya que tiene orden de detención por crímenes de lesa humanidad.
Antes de la guerra rusa, habría en Ucrania entre 120 mil a 400 mil judíos, según quien los cuente. A pesar de la guerra rusa contra Ucrania, unos 25 mil judíos viven en Dnipro, la capital indiscutible de la Ucrania judía.
¿Qué sentimientos encontrados podrá tener Claudia Sheinbaum , la nueva presidenta de izquierda, al reconocerse a sí misma de origen judío, y a la vez atea, que, según ella, creció sin religión: “Así me educaron mis padres declaró en un evento de la Organización judía de CDMX.”Pero evidentemente la cultura se trae e la sangre”, afirmó.
Esa ambigüedad tiene sus razones: es amiga como su mentor AMLO, de todos los enemigos de Israel: Rusia, Cuba, Venezuela, Corea del Norte, Irán, etc. Debido a su ideología de izquierda y sus orígenes le causará una especie de paranoia y culpabilidad.
Sheinbaum, afirma que, muchos de sus antepasados fueron exterminados en los campos de concentración, dijo en una carta para la Jornada en 2009. Empero, por su ambivalencia, condenó, lo que consideró como: “asesinato de civiles palestinos en una campaña de Israel en la Franja de Gaza”.
¿Acaso ignora la doctora que, fue el grupo terrorista Hamas, quien frustró la paz, con los atentados contra Israel, y el reconocimiento de dos naciones a punto de concretarse, con los llamados “Acuerdos de Abraham” esto debido a que, es el patriarca de las naciones árabes y judíos?
¿Acaso ignora que Hamás se oculta bajo hospitales, y en una compleja red de túneles donde almacena armas y se oculta a los rehenes, y que, sería imposible que no hubiera víctimas inocentes? Si hay un responsable de la pérdida de vidas de palestinos es precisamente Hamás.
Sheinbaum, a pesar de su origen judío y de declararse atea, fue señalada por la candidata opositora Xóchitl Gálvez, de manipular las figuras religiosas para inducir al voto a los católicos. Además, se reunió con el Papa Francisco y Xóchitl la confrontó así: “¿Le contaste a su Santidad como usaste una falda con la Virgen de Guadalupe a pesar que no crees en Dios?
Respondió: “Soy mujer de fe y mujer de ciencia.” ¿Será? Sus declaraciones de haber crecido sin religión la contradicen. De nuevo la ambigüedad: ¿o es de fe católica, atea, o no religiosa? pero lo innegable, es que trae sangre judía en las venas y eso nadie lo puede negar.
¿De qué lado se pondrá en un conflicto que implique tomar una decisión trascendente, de sus antepasados los judíos, o los traicionará aliándose con sus enemigos? ¡Qué gran conflicto interno tiene; pobre!
Fuente: The NYT: By Natalie Kitroeff y Simon Romero.
Opinión
Miércoles 09 Oct 2024, 06:30
El conflicto identitario de Claudia Sheinbaum
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Jaime Rodríguez Chacón
