Llego borracho el borracho/ Pidiendo 5 tequilas/ Y le dijo el cantinero/ Se acabaron las bebidas/ Si quieres echarte un trago/ Vámonos a otra cantina/. En la colaboración pasada comentamos que el alcoholismo es una enfermedad crónica, progresiva, en ocasiones incurable y fatal; también explicamos algunas de sus múltiples y posibles causas.
El alcohol en sí mismo no es malo, de hecho, es bueno, en la vida cotidiana se usa para cocinar, como bebida para acompañar la comida, incluso hasta para relajarse después de un día de trabajo, y no por ello se es alcohólico, además de usarse en campos como la medicina y la industria entre otros.
No obstante, a principios del año 2022, en México 20 millones de personas enfrentaban adicción al alcohol[1]; lamentablemente el consumo excesivo genera problemas o implicaciones de tipo moral, pues puede perjudicar gravemente las relaciones familiares, al grado de pasar de la violencia moral y psicológica a la violencia física con sus graves consecuencias, sin omitir la degradación de la persona que bebe, así como las lesiones orgánicas que con el pasó del tiempo resultan.
También, el alcoholismo tiene implicaciones del orden patrimonial, primero, porque quien lo consume si bien en ocasiones lo hace como invitado sin costo alguno, en la mayoría de las ocasiones lo hace con cargo no sólo a su bolsillo sino con costo a la economía familiar, esto trastorna la estructura y dinámica de la familia.
Otra implicación patrimonial, consiste en aquellos daños que en muchas ocasiones causan quienes conducen en estado de ebriedad, lo que también puede derivar en actos delictivos más graves como la privación de la vida de otra persona en accidentes viales, actos de los que son plenamente conscientes y libres pues nadie lo obligo a beber y perfectamente saben de las consecuencias de conducir alcoholizado.
Debemos distinguir que no todo el que bebe es alcohólico, pues una bebida alcohólica tomada moderadamente no trae consigo consecuencias morales, familiares ni patrimoniales. No obstante, al constituir el alcohol una bebida de consumo relevante debemos decir que hay quienes beben más que otros, lo que hace un poco complicado llevar a cabo una clasificación.
Elvin Morton Jellinek clasifica a los bebedores y a los alcohólicos en cinco grupos distintos, con el fin de indicar los problemas sociales y terapéuticos propios de cada grupo. El primer grupo, lo denomina, Bebedores tipo Alpha: dice que este tipo de bebedor realiza un consumo exagerado y excesivo con el objetivo de mitigar los efectos de una enfermedad mental o médica. En estos bebedores no hay una verdadera dependencia.
En el segundo grupo encontramos a los Bebedores tipo Beta, en este tipo de bebedores no existe tampoco una verdadera dependencia alcohólica. Se ven incluidos en esta clasificación los bebedores sociales, que consumen excesivamente, cosa que les puede provocar una lesión somática.
En el tercer grupo está el Alcoholismo tipo Gamma: Este tipo de individuos presentan una verdadera adicción, manifestando una clara pérdida de control ante la bebida, craving o deseo desmesurado por acceder a ella, tolerancia al alcohol y adaptación a sus metabolitos. Dentro de este grupo se encontrarían los sujetos alcohólicos crónicos.
En el cuarto grupo está el Alcoholismo tipo Delta: los sujetos incluidos en esta categoría presentan también una adicción al alcohol, presentando incapacidad para mantener la abstinencia, pero sin presentar una pérdida de control ante la bebida. Dicho de otro modo, necesitan beber de forma asidua, pero sin llegar a estar ebrio.
En el quinto grupo se encuentra el Alcoholismo tipo Epsilon: este es el llamado alcoholismo periódico se da en los sujetos que presentan pérdida de control ante la bebida y problemas conductuales, pero consumiendo de forma esporádica, pasando largos periodos entre toma y toma.
Sabiendo lo anterior ¿Y tú en cuál grupo estás?
[1] https://www.gob.mx/salud/prensa/502-en-mexico-20-millones-de-personas-enfrentan-consumo-problematico-de-alcohol?idiom=es.