-Arropan a Andrea mujeres del corralato

-Héctor y Javier, agua y aceite con mismo origen

En la sorpresiva sacudida que le dio la presidenta Claudia Sheinbaum a la Fiscalía General de la República, son muchas las dudas y pocas las certezas que motivaron la dimisión de Alejandro Gertz Manero, quien recibió la invitación presidencial, imposible de rechazar, de irse de embajador de México a algún país amigo.

Entre esas dudas, una sobresale entre los senadores de varios partidos políticos, tanto quienes ven al exgobernador Javier Corral como un simple traidor más del PAN como los que lo perciben como otro político arribista, oportunista y acomodaticio, ahora que forma parte de la bancada de Morena.

Resulta que Ernestina Godoy, exconsejera jurídica de la Presidencia de la República, es ahora titular provisional de la FGR. Gertz la designó como titular de la Fiscalía de Control Competencial antes de renunciar como fiscal general, en una clara jugada armada en Palacio Nacional para que ella pudiera asumir en su lugar de inmediato.

El detalle es que Godoy tiene ahora a su cargo el proceso mediante el cual trató la FGR de arrebatarle a Chihuahua la competencia de las causas penales que tiene la Fiscalía Anticorrupción del Estado en contra del senador Corral, procesos activos aunque frenados al mismo tiempo por el fuero morenista en el que alcanzó a esconderse antes de ser detenido.

Fue precisamente la Fiscalía de Control Competencial la que intentó atraer al Ministerio Público Federal el caso estatal contra el exmandatario aficionado al golf; es la misma dependencia por la que entró a la FGR Ernestina Godoy, perfilada para suceder formalmente a Gertz, una vez que en estos días el Senado de la República depure y vote el listado de 10 aspirantes que debe conformar para simular una elección ya realizada.

La jugada de la FGR para ir detrás de Corral era la misma que había aplicado antes con quien fuera el fiscal del corralato, Francisco “Paquito” González, detenido por tortura en Chihuahua a recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos; caso atraído por el MPF para luego blanquearlo, liberarlo y casi santificarlo.

Y aquí es donde las dudas se hacen más graves: ¿con qué cara votará Corral, como senador, en la elección o ratificación de Fiscal General de la República? ¿Nadie observa el tamaño del conflicto de interés que representa el hecho de que sea indiciado en Chihuahua, parte en el pleito competencial FGR-Fiscalía Anticorrupción del Estado y elector del próximo titular de la FGR al mismo tiempo?

Sin lugar a dudas, Corral Jurado debería abstenerse de emitir su voto, por un mínimo de ética, moral y vergüenza que debe sentir ante los chihuahuenses. Pero ni siquiera sabe qué son ni con qué se comen esos conceptos.

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El fin de semana, en el marco de la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, fue arropada por el grupo femenil del corralato la senadora morenista Andrea Chávez, quien hizo visita especial a la capital del estado para ese encuentro.

Más de 130 mujeres asistentes fueron registradas de forma oficial por las organizadoras, que no son abiertamente morenistas, pero sí, algunas, reconocidas feministas, a pesar de su gran desliz de haber formado parte de la peor administración pública que ha padecido el estado.

En la mesa principal estuvieron sentadas -según imágenes que nos mandan a GPS versión digital- las exjuezas Alejandra Ramos y Sabela Patricia Asiain; y Ericka "La Negrita" Mendoza e Irma Villanueva, abogadas por demás conocidas por el sello político que las distingue, el de Luz Estela "Lucha" Castro.

También destacó Ana Lucía Baduy, la excandidata naranja que evidenció la podredumbre del Movimiento Ciudadano de Alfredo "Caballo" Lozoya y "Pancho" Sánchez, pero, tal vez por su relación sentimental con el regidor -violentador de la síndica panista de Chihuahua, Olivia Franco- Miguel "El Pirata" Riggs, ahora aparece en la lucha política del lado de Morena.

Coronó el encuentro con la senadora otra presencia fuerte del feminismo estatal, Emma Saldaña Lobera, extitular del Instituto Chihuahuense de las Mujeres y esposa del exsecretario general de Gobierno, Sergio Granados Pineda; ella con gran influencia política en la Mesa Estatal de Mujeres.

Así, de esas dimensiones, es el apoyo de las mujeres a la senadora juarense, precandidata a gobernadora.

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Detrás del tremendo derechazo con que Héctor Acosta le volteó hasta el bigote a Javier Corral, hay dos biografías personales que se entrelazan y luego se bifurcan. Son como dos ramas del mismo tronco. Si no fueron amigos compartían el mismo origen político.

En el gobierno de Francisco Barrio, ambos pertenecían a “la familia feliz”, que intentó fallidamente llevar a Eduardo Romero a la gubernatura en 1988,.

En aquellos tiempos, Héctor Acosta era el brazo derecho del secretario general de Gobierno, Lalo Romero, en tanto que Corral era el dirigente del PAN, tras haber sido diputado federal.

Con el triunfo de Vicente Fox como presidente de la República, los dos se fueron a seguir sus propios rumbos a la Ciudad de México en 2000,

Acosta tuvo una brillante carrera ascendente en las áreas auditoras del gobierno federal. Llegó a ser coordinador general de Órganos de Vigilancia y Control en la Secretaría de la Función Pública y fue el contralor de Pemex Petroquímica, IMSS y la Secretaría de Energía.

Corral Jurado tuvo su primer turno como senador, fue candidato perdedor a la gubernatura en 2004, repitió como diputado federal y llegó al Senado en 2012.

En 2015 pretendió el Comité Nacional del PAN, pero le ganó Ricardo Anaya. Como legislador panista, encendía las tribunas. Tenía algo de calidad moral y nadie conocía el monstruo que despertaría con su llegada a la gubernatura.

Dieciséis años después de que habían salido de Chihuahua, Corral y Acosta coincidieron en el quinquenio fallido. Ahí sacaron las uñas y enseñaron las armas.

Héctor Acosta ganó por méritos ser auditor superior del Estado. Ningún otro aspirante reunía la experiencia y los conocimientos técnicos para tan ardua tarea.

Igual sucedió en esta ocasión con la reelección. Por eso hasta los diputados locales de Morena avalaron que repitiera.

Y como lo revela en la nota principal de El Diario del domingo, el auditor superior del Estado simplemente hizo su chamba, sacó a flote casos serios de corrupción en áreas clave de la administración corralista: Comunicación Social, Hacienda, Salud, Deporte.

Corral no perdonó que el auditor no se supeditara a las directrices que intentó dictarle como lo hacía con su contralora, Mónica Vargas, a la postre inhabilitada tres meses por ocultar el expediente sobre el “terreno caliente” del exgobernador en Ciudad Juárez.

Hoy Javier Corral es un senador opaco, procesado penalmente por corrupción y rencoroso pero muy protegido por la 4T. Héctor Acosta brilla con luz propia, lo reconocen propios y extraños. Son como la noche y el día.

Suele ocurrir hasta en las mejores familias…incluso en las que se dicen más felices.

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El alcalde, Marco Bonilla, dio más detalles de su visita a los Estados Unidos.

Fue una invitación del Departamento de Estado a un grupo de alcaldes, que podemos interpretar como un reconocimiento al trabajo que están realizando en materia de seguridad, competitividad y cooperación internacional.

Bonilla lo sabe y lo aprovecha como una oportunidad estratégica para reafirmar que la ciudad está alineada con estándares que dan confianza a la inversión extranjera.

Aunque hay quienes lo olvidan, el motor económico de Chihuahua depende en gran medida de la certeza que sientan las empresas estadounidenses que ya operan aquí y de las que podrían llegar.

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Si noviembre fue catastrófico para la 4T, pues se le sumaron el asesinato de Carlos Manzo, las movilizaciones de la Generación Z y el bloqueo de agricultores y transportistas, todo indica diciembre que hoy empieza lo salvará su fundador, Andrés Manuel López Obrador.

En una esperada reaparición pública en video, anunció que no recorrerá el país para presentar su libro de más de 600 páginas, “Grandeza”, sobre la historia cultural de México, porque no se siente caudillo y para no hacerle sombra a la presidenta Claudia Sheinbaum.

Precisó que solo saldría a la calle por tres razones: defender la democracia, a la presidenta y a la soberanía nacional.

Como ese buen animal político que es, El Peje sale en el momento más oportuno, justo cuando toda la clase política morenista saldrá el próximo sábado a celebrar los siete años del arribo de la 4T al poder presidencial.

Además, sus palabras suenan a agradecimiento, porque la presidenta que no se ha cansado de repetir que “por más que quieran separarnos”, ella y su antecesor comparten los mismos principios.

Se le adelantó Santaclós a Sheinbaum y a la 4T. Tendrían que aprovecharlo, no soóo para resanar heridas sino para revisar errores que en política cuestan tanto. ‎