¡Papi! ¡papi! Jake es un ladrón -dice Rosalinda a su padre-, luego la madre expresa: "es del carnicero, pero piensa devolverlo, ¿verdad Jake?" Sin más, el padre acompaña al hijo a la tienda del carnicero a devolver lo robado; después de reintegrar lo hurtado James, J. Braddock padre de Jake le dice: Sí, la situación ahora es difícil, pero hay muchas personas en peores condiciones que nosotros.
James J. Braddock continúa diciendo: y aunque no sea sencillo, no nos da derecho de agarrar lo que no es nuestro; sí hijo, eso es robar y no es correcto, no importa lo que pase, no lo hagas jamás, ¿estamos? dame tu palabra. Jake lo promete y suelta el llanto, luego, su padre dice: tranquilo hijo, tranquilo, solo fue el miedo. Historia real de Braddock quien con su familia sufrió los efectos de la crisis del 29, llamada Gran Depresión, después de haber sido un boxeador profesional y perder toda su fortuna. Extracto de la película Cindirella man (2005).
En ocasiones vemos como las personas se desaniman o desmoronan frente a situaciones o circunstancias difíciles y complejas, temen enfrentarse a ellas y desisten en seguir adelante, prefieren mantenerse en un estatus de comodidad, no perder el empleo, no verse perjudicados en su situación económica, etc.
La entereza es una virtud referida a la capacidad de una persona para mantener su estabilidad emocional, moral y ética ante situaciones adversas; forma parte de la fortaleza, porque es una forma en que se expresa la resistencia moral frente a las dificultades y adversidades que la vida nos presenta.
Así, una persona con entereza es aquella que, se enfrenta a los desafíos con firmeza, perseverando el equilibrio, sin dejarse llevar por la presión de la circunstancias o situaciones a las que se encuentra sometida, debido a la formación en virtudes morales, principios y valores arraigados en su persona y forma de obrar.
Una persona que atraviesa una enfermedad grave, como el cáncer metastásico, leucemia, insuficiencia renal o hepática, pero mantiene una actitud serena, paciente y sigue sus tratamientos con disciplina, sin rendirse ni perder la esperanza, es muestra de entereza. A pesar de las dificultades, no permite que la situación la hunda emocionalmente.
Otro ejemplo lo encontramos en el servidor púbico, quien, a pesar de las presiones para realizar un acto inmoral e ilícito, se mantiene firme en su pensamiento y formación moral de justicia y honestidad, sin ceder a la coacción que sus superiores ejercen para que lo realice, es en ese momento que demuestra su entereza moral.
La entereza también la encontramos en la generosidad de aquellas personas que no se limitan solo al acto de dar en lo económico, en su tiempo, en el enseñar más de lo que un programa educativo señala, sino que está sustentada por una firmeza moral que guía las decisiones, están convencidas de hacerlo, incluso en aquellas circunstancias difíciles, tales como dar cuando se está atravesando una situación económica difícil.
La entereza es la manera en que mostramos nuestra resistencia moral con firmeza y coherencia en situaciones que de algún modo someten a prueba el carácter, es decir, aquello de lo que moralmente estamos hechos. Esta virtud es una manifestación concreta de una de las virtudes cardinales: la fortaleza. Esperemos siempre sea parte de nuestra forma habitual de obrar.
La virtud de la entereza es una forma de resistencia moral frente a los problemas, aprietos o dificultades, nos permite resistir el miedo pero, sobre todo perseverar con una actitud de honestidad y rectitud en el bien en medio de las adversidades, infortunios y desgracias que en ocasiones nos vemos obligados afrontar.
Por último, hay que decir que en el ejercicio de la virtud de la entereza participa la virtud de la paciencia, la cual nos permite soportar las adversidades sin perder el control, particularmente en situaciones de sufrimiento, angustia o desconsuelo, nos permite mantener la tranquilidad, serenidad en los momentos realmente difíciles.