Todavía hace algunos lustros, quienes habitamos no sólo la capital chihuahuense, sino el estado en general, contábamos con nulos o limitados eventos culturales a los que se pudiera acudir, ya que la mayoría provenían de la Ciudad de México, de otras partes de país o del extranjero. El caso del teatro es un ejemplo de ello, pero la situación ha cambiado favorablemente.
Anteriormente, esperábamos con amplia expectativa el anuncio de alguna obra de teatro que fuera de nuestro gusto, lo que sucedía esporádicamente y que no dejábamos pasar, adquiriendo los boletos respectivos que, por cierto, no eran del todo accesibles por su costo, pero se hacía el esfuerzo para asistir. Entendible que se tengan que cubrir los gastos de traslado y salarios de las personas actoras, personal de apoyo, requerimientos para montar el escenario, etc., pero aun así, se tenía la percepción de que no se justificaba su elevado precio.
Actualmente, existen distintos espacios que ofrecen obras de teatro —además de algunos que también cuentan con cursos de diversas disciplinas culturales para personas de diferentes edades—, valiendo la pena seguramente todos ellos, y de los cuales me ha llamado la atención uno que conocí recientemente, por su interesante oferta artística, que es el Foro Cultural Independiente “Teatro Bárbaro”.
El día que acudí, lo hice acompañado de mi esposa, una de mis hijas y mis dos nietos, donde presenciamos la puesta en escena de la obra “Juego de letras”, dirigida a niñas y niños de preescolar y para toda la familia. Fue en un evento que mantuvo la atención de los asistentes, destacando lo ameno, dinámico y didáctico que fue.
Se cumplió cabalmente con lo descrito en su promoción: “En el restaurante el menú está compuesto de juegos de palabras, que nos permitirán deleitarnos con suculentas poesías, exquisitas adivinanzas y retahílas, sabrosos trabalenguas que son ofrecidos por una amable anfitriona, que con imaginación ha transformado la vajilla y otros elementos en personajes que tienen como escenario una mesa bien dispuesta para satisfacer el más exigente paladar de tan distinguidos comensales”.
Efectivamente, la destacada y afable anfitriona de inmediato logró el interés e involucramiento de todo el público disímil, que cuando menos pensamos ya estábamos intentando repetir los trabalenguas que ella recitaba con facilidad —entre otros el de los tres tristes tigres—, así como acertar en las adivinanzas y repetir correctamente las retahílas que iba exponiendo con el apoyo de una vajilla y otros artículos.
Resultó sumamente grato observar a las y a los pequeños disfrutar aprendiendo y/o recordando con ese “suculento menú”, que bien puedo asegurar, por esa ocasión dejaron en el olvido cualquier apego a las pantallas electrónicas que en poco o nada abonan a su sano desarrollo. También los adultos nos desprendimos de eso y más, haciendo de lado cualquier distractor.
Pero eso es sólo un ejemplo de lo que me tocó vivir directamente y de lo que en consecuencia puedo compartir fehacientemente; sin embargo, desde hace tiempo he tenido buenas referencias de personas que igualmente han asistido a alguna representación teatral en ese foro, o he tenido la oportunidad de leer buenos comentarios en las redes sociales sobre lo que ahí sucede.
Si se revisa la cartelera del Teatro Bárbaro, nos daremos cuenta de la variada y permanente oferta que tienen a disposición de los chihuahuenses, considerando principalmente al talento local, independientemente de que también hagan uso del escenario artistas de otras latitudes.
Cabe mencionar, que en 2009 un pequeño grupo de teatreros “bárbaros” que compartían una gran pasión por dicha actividad cultural, decidieron formar la compañía que fue evolucionando hasta lo que es hoy, “aprendiendo de teatro haciendo teatro”, logrando con esfuerzo el éxito que ahora tienen. Tampoco omito comentar, que su profesionalismo les ha permitido, además de recibir apoyos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), el participar en diferentes festivales y muestras de teatro estatales, nacionales e internacionales.
Su nombre está inspirado en el libro “Crónica de un País Bárbaro” de Fernando Jordán, ya que como refiere dicho autor, ser bárbaro es sinónimo de fuerza, de voluntad, de un supremo e invencible anhelo por la libertad.
Sus instalaciones se encuentran ubicadas en pleno centro de la ciudad, y tanto la información anterior, como la cartelera y múltiples noticias más, pueden ser consultadas en la página www.teatrobarbaro.com.
Para que podamos seguir disfrutando de teatro y otras propuestas culturales de calidad y a bajo costo, es necesario que frecuentemos los espacios que con entusiasmo y esfuerzo se nos ofrecen en la ciudad, los cuales cada vez son más.
¡INDUDABLEMENTE EN CHIHUAHUA HAY MUCHO TALENTO!