Pareciera que el gobierno federal del sexenio pasado y del actual, quieren acostumbrarnos a que pueden hacer y deshacer lo que les dé la gana; desaparecer instituciones, programas, fideicomisos, para robar a sus anchas, quitar y poner; regalar dinero a diestra y siniestra; sin que nadie les diga nada. Han de suponer que llegará el punto en que normalicemos la corrupción. Y, ellos seguir transitando por el poder, con plena impunidad.
Cada día, por conducto de sus incondicionales diputados y senadores, “le meten mano”, a la Constitución. Le hallaron el modo y no les importan las consecuencias. Morena y sus aliados, reforman la legislación, sin mover ni una coma, sin análisis ni diagnóstico, incluso sin pasar por comisiones. A ciegas, lo que siga dictando el Soberano. Pues, aunque tenemos una Presidenta (con “A”), la verdad es que todas y todos sabemos quien manda en este país.
En ese tenor de ideas, ahora van por nuestro dinero . Un asunto gravísimo al que debemos prestar atención. Al igual que en otros rubros, esto que enseguida voy a explicar, es otro asunto más, que quieren centralizar. Apoderarse de todo. Tener una concentración de recursos para disponer de ellos a su antojo.
Plantean una reforma a la Ley del INFONAVIT, en la que se proponen varios cambios en la estructura del Instituto, incluyendo una mayor centralización de decisiones en manos del gobierno federal. Ya sabemos que en esa materia, las decisiones son tripartitas. Tienen injerencia los patrones, los trabajadores y el gobierno, en la misma medida; en un plano igualitario. Eso puede cambiar ahora; podría afectar la imparcialidad y transparencia en la administración de los recursos destinados a la vivienda.
Las y los trabajadores en México, tenemos derecho a la obtención de una vivienda digna y decorosa. Eso lo dice la Constitución y luego las leyes secundarias nos definen que se entiende por “digna y decorosa”; y, las formas o mecanismos para adquirirla con respaldo del organismo en comento. (Infonavit).
En términos sencillos y entendibles, lo que quieren es concentrar todo el dinero en una sola bolsa, a su entera disposición. A diferencia, de cómo está actualmente, que es una subcuenta a nombre del trabajador; con la cual puede comprar una casa, remodelar la que tiene, u otras opciones. Cada uno de los que aportamos al Infonavit (un porcentaje de nuestro sueldo), tenemos el derecho a elegir en donde queremos vivir, formar un hogar, proteger a nuestra familia.
¿Hacia dónde va esto?, a qué el gobierno ofrezca vivienda de mala calidad, construida por los amigos de los López Beltrán (los huevones hijos de Andrés); al favoritismo en la asignación de obra y que luego el trabajador no pueda ni habitar su propia casa, se le deteriore y no sea apta para su familia. Terminará abandonándola. Luego, vendrán problemas de asentamiento irregular, vandalismo, colonias completas cooptadas por el crimen organizado, etc. Un millón de etcéteras.
Nadie le está pidiendo al gobierno que nos construya y nos dote de vivienda. El acceso a los derechos y libertades, no debe ser una dádiva. No queremos que nos den, solo que no nos quiten.
Ya es momento, de organizarnos, de hacer valer nuestros derechos. Momento de defender nuestro patrimonio. Ya es momento, de frenar la desmedida desfachatez y voracidad del gobierno federal.
Ya es momento…