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En México la recaudación de impuestos es deficiente, y generalmente están comprometidos en más del 85%.

Los impuestos no nos gustan, por eso se llaman impuestos porque nos los imponen, y son utilizados por los gobiernos para financiar obras y la administración pública.

En la antigua Mesopotamia el impuesto por enterrar un cadáver en una tumba era de "siete barriles de cerveza, 420 panes, dos celemines de cebada, un manto de lana, una cabra y una cama, presumiblemente para el cadáver".

https://www.nationalgeographic.es/historia/impuestos-origen-historia-cronologia

Hace tres mil años los gobernantes egipcios viajaban por el país para evaluar las posesiones de sus súbditos (aceite, cerveza, cerámica, ganado y cosechas) y recaudar los impuestos correspondientes.

En la Roma de los emperadores, Vespasiano gravó la orina de la gente, ya que el amoníaco podía limpiar la suciedad y la grasa de la ropa, los curtidores lo utilizaban para fabricar cuero, los agricultores lo utilizaban como fertilizante y la gente para blanquear sus dientes.

El Imperio azteca era rico y poderoso gracias a los impuestos a través de la recaudación en especie de pieles de jaguar, piedras preciosas, maíz, cacao, bolas de caucho, lingotes de oro, miel, sal y textiles.

https://www.nationalgeographic.es/historia/impuestos-origen-historia-cronologia#:~:text=En%20su%20apogeo%2C%20en%20los,en%20diferentes%20niveles%20de%20gobierno.

En la Carta Magna original, trasquilada en este sexenio, se consagra el cobro de impuestos

Artículo 31. Son obligaciones de los mexicanos:

IV. Contribuir para los gastos públicos, así de la Federación, como de los Estados, de la Ciudad de México y del Municipio en que residan, de la manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes.

En el 115 los municipios tienen personalidad jurídica y deben administrar su patrimonio de acuerdo con la ley.

En la constitución de Chihuahua,

ARTÍCULO 132

Los municipios administrarán libremente su hacienda, la cual se formará de los rendimientos de los bienes que les pertenezcan y en forma especial con los ingresos siguientes:

Impuestos.

Es así como el gobierno de México, las entidades federativas y los Ayuntamientos están facultados para cobrar impuestos.

A guisa de ejemplo, el Impuesto Sobre la Renta (ISR) se creó en 1921. Este gravamen se comenzó a aplicar a todo aquel que tiene ingresos en el país; originalmente era del 1 al 4%, hoy llega hasta el 35%.

El impuesto por la tenencia vehicular se creó en 1962, y se estableció como una contribución temporal para financiar los Juegos Olímpicos de 1968.

Se suponía que sería temporal, pero hasta la primera década de este siglo siguió cobrándose por los gobiernos estatales. Fue rebautizado como tenencia vehicular.

En los años setenta se cobraba un 4% de impuesto mercantil, sin embargo, para contrarrestar el derroche de los ingresos petroleros durante los gobiernos populistas de Luis Echeverría y José López Portillo, donde las empresas del Estado se convirtieron en un barril sin fondo y pestilente de corrupción, tal como lo es el AIFA, Dos Bocas, la Farmacia Bienestar, Mexicana de Aviación y el Tren Maya, se creó el Impuesto al Valor Agregado (IVA).

En 1980 “Jolopo”, el presidente que defendería el peso como un perro, después de que los dólares del país fueran saqueados y provocado una inflación brutal, puso en marcha el cobro del 10% de IVA.

En ese mismo año debuta el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS), para gravar con altas tasas las gasolinas, el diésel, los cigarros, refrescos, artículos de lujo, etc.

Tan sólo para este año, el IEPS que se cobra por las gasolinas y el diésel supera los 5 pesos por litro, lo cual encarece el combustible.

Nomás para que se den una idea, el SAT federal recaudó en 2024 un billón 150 mil millones de pesos de IVA, 570 mil millones de pesos de IEPS y 2 billones 230 mil millones de pesos, es decir, el Gobierno federal cobró casi 4 billones en impuestos, menos de la mitad del presupuesto de 9 billones para este 2025, por eso contrata deuda.

En el caso de Chihuahua capital, el Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal 2025 es de 7 mil 111 millones 817 mil 773 pesos.

Por concepto del impuesto predial se recaudaron mil 094 millones de pesos en 2024.

Con estos datos duros, el Gobierno federal, la administración estatal y la alcaldía de Chihuahua se hacen garras para recaudar impuestos y cumplir con sus obligaciones, esto debido a que casi todo está comprometido en pago de deuda y sus intereses, y en gasto corriente. Por eso queda muy poco margen para obras.

Pese a la endeble situación de las arcas públicas, la ocurrencia y la venganza política de legisladores, regidores y dirigentes partidistas pretende debilitar aún más el equilibrio de las finanzas públicas con sus ocurrencias populacheras.

Por ejemplo:

Jorge Romero, dirigente nacional del PAN, quiere que se elimine el IEPS, que la gasolina baje a 20 pesos por litro y se cree un fondo para atender la crisis humanitaria que se viene con las deportaciones de indocumentados desde Estados Unidos.

Ferromex y el Aeropuerto de Chihuahua se niegan desde hace años a pagar el predial. Deben casi 300 millones de peso entre los dos.

El membrete ‘retén ciudadano’, ligado a Morena, pugna porque no se pague la revalidación vehicular. Más del 37% de los dueños de automotores adeudan miles de millones de pesos por este concepto.

La regidora del PRI en el cabildo de Chihuahua, Ana Lilia Orozco, pretende que se reforme la Ley de ingresos para que se exente del pago del predial a los mayores de 60 años que hoy pagan el 50% del impuesto.

Ciertamente los tres órdenes de gobierno siguen derrochando el dinero de los contribuyentes en obras faraónicas, con salarios de ensueño en los tres poderes y en la partidocracia. Esto debe parar, a ver a qué horas pasan del discurso a los hechos.

Es hora de voltear a otras áreas de oportunidades para gravar de manera contundente las pingües ganancias de la banca, las obscenas utilidades de los grandes consorcios en el país y las carretadas de dinero que se llevan las plataformas digitales de servicios y tecnología.

Ya basta de estupideces y mezquindades como la de rechazar el incremento del 3 al 4% del Impuesto Sobre Nómina (ISN) en Chihuahua, mientras que en CDMX sí lo aprobaron.

Hay que poner a trabajar las neuronas, honrar el discurso de la austeridad republicana, castigar la corrupción, aniquilar el cobro de piso, fajarse los pantalones y ajustarse los vestidos para obligar a pagar lo debido a los poderosos.

No le saquen.

Es cuanto.