-Impugnaciones apuntan al fracaso
-La reunión con Trump que no pudo ser
-Aldana, Aguilar y Daniela en cónclave

Tenía 20 años y unas cuantas semanas de embarazo Gaby Michell González Rosales cuando fue encontrada sin vida a bordo de un vehículo en la colonia CDP, hecho por el que fue detenido el que fuera su novio, Irving Eduardo O.V., para después ser liberado sin cargo alguno en su contra.

La historia de terror viene de hace un año, junio de 2024, cuando la víctima fue asesinada a puñaladas y dejada al interior de su vehículo, un Passat de color blanco, crimen que, por las características y elementos encontrados, fue clasificado como feminicidio por la autoridad investigadora estatal.
La detención de un presunto responsable pudo concretarse hasta marzo de este año, después de meses de investigación y trabajos que debieron sortear no sólo las particularidades del terrible crimen, sino los obstáculos del sistema de justicia estatal.
En diciembre del año pasado, la jueza Laura Velia Mendoza negó la orden de aprehensión solicitada por la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y a la Familia (FEM), lo que supuso un primer bloqueo a la labor ministerial.
Desde luego, en los pasillos judiciales adjudican negativas de los jueces a un mal trabajo de integración de las carpetas de investigación, mientras que en las fiscalías tachan de incompetentes a los juzgadores.
Impugnada la resolución judicial para obtener la orden de aprehensión, Irving Eduardo O.V fue detenido meses después, el 28 de marzo. Presentado ante el juez, recibió la cautelar de prisión preventiva, pero en unos días, a principios de abril, el juez José Gerardo Aguilar determinó no vincularlo a proceso, debido a deficiencias en los elementos presentados por la FEM.
Así, el feminicidio cumplió un año en la impunidad, echándose la pelotita entre las instancias de procuración y administración de justicia; no hay elementos, a la mirada de los juzgadores, para suponer la responsabilidad del único detenido, la realidad, más allá del debate técnico-jurídico, es que el asesino de Gaby está libre y eso revictimiza a sus familiares, quienes viven con el dolor que deja el crimen y el temor de que el feminicida, sea quien sea, pueda atacar de nuevo si no es castigado.
Este aniversario del crimen, por el que la familia ha levantado la voz nuevamente, coincide con la reforma judicial que llevó, en teoría, a la elección democrática de jueces.
Falta ver si el cambio político en el Poder Judicial ayudará a atacar la impunidad en casos como este.

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En el Tribunal Estatal Electoral (TEE), el magistrado presidente y las otras dos magistradas, Hugo Molina, Adela Jiménez Carrasco y Roxana García, están listos para empezar a estudiar las impugnaciones que resulten de la recién terminada elección judicial.
Sin embargo, dicen en el organismo jurisdiccional, por las vísperas y algunos planteamientos de los quejumbrosos que terminaron derrotados, lo más posible es que los recursos se encaminen al fracaso, si no hay más elementos sustanciales de impugnaciones aparte de los sentires y los decires.
Hasta ahora, aseguran, algunos inconformes pretenden alegar chanchullo en el sistema de cómputo del Instituto Estatal Electoral, escrutadores y capturistas sospechosos, supuestas urnas llenas antes de empezar la jornada electoral y diferencias considerables en números de votos, votantes y diferencias entre ganadores y perdedores.
Son teorías muy atractivas para investigarse a fondo y, especialmente, para incrementar el morbo y el sospechosismo entre los ciudadanos, pero sin elementos probatorios ni evidencia alguna terminan siendo más pasiones personales que realidades.
Además de ello, algunos de los que se quejan todavía están analizando cuál es la vía para proceder y los argumentos a presentar, de tal forma que nadie quiere hacer públicos sus reclamos del proceso de elección. Es entendible, algunos de los derrotados no pierden la esperanza de quedar en la nómina judicial, aunque no sea en los puestos de juzgadores.
Total, la previsión de que la elección terminaría desbordada por impugnaciones y reclamos de los candidatos parece que no habrá de cumplirse.

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La expectativa de este martes estará centrada en la 51 cumbre del G7 Kananaskis, en la provincia canadiense de Alberta, que reúne a las principales potencias industrializadas.
La mirada internacional estaba especialmente centrada en la reunión entre los presidentes de México y Estados Unidos, Claudia Sheinbaum y Donald Trump, la cual fue echada por tierra ayer por la tarde, al trascender que Trump abandonaría la Cumbre antes de que ocurriera ésta.
Nunca antes en la historia de México, un mandatario había enfrentado una relación tan difícil, menos aun tratándose de la primera mujer presidenta ante el presidente norteamericano más antimexicano que haya gobernado jamás la potencia vecina.
Así pues, tras la cancelación, quedan pendientes a tratar principalmente los asuntos relativos a la economía, seguridad y migración.
Lo económico implica hablar de los aranceles y de la propuesta republicana de impuestos a las remesas. Como sea, es un asunto que a Estados Unidos le conviene manejar con tacto, habida cuenta lo intrincado de las dos economías vecinas.
La seguridad es un tópico por lo demás espinoso, pero también hay puntos en común por el interés en abatir a los cárteles de la droga y en especial el contrabando de fentanilo. Estados Unidos tiene el problema de la gran demanda por su población adicta, México por su parte ha insistido, infructuosamente, que se frene la venta de armas de fabricación estadounidense.
Acompañan a la temática los procesos de extradición del Mayo Zambada, el juicio a “El Chapo”, los drones en cielo mexicano.
Pero el terreno más arduo para la Presidenta será sin duda de los migrantes. Por más esfuerzos que ha hecho el gobierno mexicano por frenar la migración al sur de la frontera, para Trump su discurso criminalizador le reditúa políticamente ante su base electoral.
Aunque también juega con fuego como se vio en las manifestaciones en varias partes de la Unión Americana, frente a las aberrantes redadas en Los Ángeles.
Con todo eso, Sheinbaum y los mexicanos deberán esperar a otra ocasión en que se pueda dar el diálogo con la poderosa nación al norte.

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Ayer fue vista en céntrico restaurante de la ciudad la maquinaria pesada que maneja la presidencia municipal de Camargo.
En la mesa estaban el alcalde, Jorge Aldana; y su guía y tutor político, el exalcalde, Luis Aguilar.
No estaría completo el cuadro sin alguien más pesado que ambos, la presidenta del PAN estatal, Daniela Álvarez.
Era evidente que no sólo fueron a checar el menú y saborear alimentos y bebidas del famoso lugar, sino a revisar la radiografía completa blanquiazul en la región camarguense.

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El calor no fue impedimento para que más de 38 mil personas visitaran el fin de semana el festival “Antojos” organizado por el Gobierno Municipal.
Según datos oficiales, dejó en tan solo dos días una derrama económica de 30 millones de pesos, que beneficia principalmente a los comerciantes locales que pusieron su fe y esperanza en esta actividad para dar a conocer sus productos y negocios.
Verdaderamente el Paseo Bolívar se convirtió en un paseo cultural y gastronómico, como lo ha anhelado el alcalde, Marco Bonilla.
El edil sigue firme en convertir esta calle en una zona donde los chihuahuenses puedan disfrutar de un buen café, cerveza artesanal, espacio cultural con el traslado próximo del Conservatorio de Música y la remodelación de la Quinta Touché que dará paso al museo de arte moderno.