Comprender la guerra que vemos hoy entre (Ucrania OTAN) contra Rusia y la que vendrá Estados Unidos contra China, es necesario, no hacerlo sería no entender realidades que ya han sucedió y volverán a suceder, porque entre el ascenso de una hegemonía como ya es China y el declive de otra, Estados Unidos, es un realidad.
Entendámosla o no, mejor comprenderla y para eso ahí está la historia y hombres como Tucídides que nos da una lección vivida por él durante la guerra del Peloponeso. Hablemos aquí de ello.
¿QUIÉN FUE?
Si Herodoto fue el primero en elaborar una historia universal, a Tucídides le corresponde el honor de ser el primer historiador científico, esto es, quien por primera vez aplica a su obra criterios metodológicos para dotarla de una mayor imparcialidad y exhaustividad.
Nacido como un hombre letrado fue educado para tener la habilidad de lograr, como cronista de su tiempo detenerlo y regalarnos la visión desde dentro de esta guerra única, librada entre las ciudades de Atenas y Esparta, y sus respectivos aliados, desde el 431 a.C. hasta el 404 a.C. buscando tener la hegemonía de Grecia, que hizo declinar a ambas al tiempo, esa es la lección de alguna manera.
Tucídides era irrepetible, pero su legado historiográfico marcó a los historiadores del futuro. De hecho, para el anónimo autor del Tratado de lo sublime, Tucídides fue para la historia lo que Homero fue para la épica, Platón para la filosofía y Demóstenes para la oratoria.
¿Cuál fue su método?
El método historiográfico de Tucídides se basaba en la observación directa de los hechos, el testimonio de testigos y la consulta de documentos escritos. Su objetivo era escribir una historia científica y política, basada en hechos y centrada en el hombre.
Observación directa
Tucídides se basaba en la autopsia, es decir, en la visión directa de los hechos.
Interrogaba a los testigos hasta estar seguro de lo que ocurrió.
Testimonio de testigos
Daba gran importancia al testimonio de testigos oculares.
Escribía sobre acontecimientos en los que probablemente participó.
Consulta de documentos escritos. Consultaba asiduamente documentos escritos, Se apoyaba en pruebas jurídicas.
Historia científica y política
Su historia era un discurso racional, basado en hechos conocibles y entendibles por la razón.
Se centraba en el hombre como miembro de una polis.
No tenía influencia de las divinidades.
Se basaba en la autopsia, es decir, que solo de la visión directa por uno mismo se puede escribir.
Tucídides es considerado uno de los más grandes historiadores de la historia. Ya que es el relato de una guerra en toda su crudeza, en el que se acercó a la realidad de forma científica, sin adornarla con episodios mitológicos
¿QUÉ REFIERE SU TRAMPA?
La trampa de Tucídides es un término que describe el conflicto entre una potencia emergente y una potencia dominante, y que puede llevar a la guerra. El politólogo estadounidense Graham T. Allison popularizó el término en 2012.
¿CUÁL ES SU VALOR DE ANÁLISIS EN LA ACTUALIDAD?
La trampa de Tucídides, China y Estados Unidos.
China, en esta ocasión, es la potencia emergente. Su auge se inició con la apertura económica que llevó a cabo a partir de 1978. Su ascenso se debe a ello y a que, con 1,419 millones de habitantes, es el segundo país más poblado de la Tierra por detrás de La India 1,450 según censos 2024. Hoy China es la segunda mayor economía del mundo y en breve sobrepasará a Estados Unidos, la potencia hegemónica. Este es el escenario propicio para que se produzca la trampa de Tucídides.
Ahora estaríamos en el primer episodio de la competencia que, siguiendo esa lógica, cabría esperar entre Estados Unidos y China. Se trata de la guerra comercial actual, que no es sino la primera etapa de la pugna por la hegemonía global. Los dos países se han instalado en una guerra de desgaste. En esta fase, nadie quiere cometer errores porque les condicionaría en el futuro o les obligaría a dar marcha atrás. Las equivocaciones, además, podrían interpretarse como síntomas de debilidad de la posición de un país. De momento, los dos países mantienen el tipo y ninguno sufre lo bastante como para verse obligado a ceder en lo fundamental.
...En resumidas cuentas, la guerra comercial entre Estados Unidos y China es la primera etapa de una pugna por la supremacía tecnológica y la hegemonía mundial.
El 'momento Sputnik'
Ahora bien, Estados Unidos también tiene el 'momento Sputnik'. Se trata de la capacidad de recuperación y de aceptar la competencia. Es lo que ocurrió a finales de la década de los cincuenta, cuando los rusos se pusieron en cabeza de la carrera espacial. El auge de China ahora podría ser un acicate para que Estados Unidos recuperase sus mejores virtudes y usarlas para recuperar sus infraestructuras y seguir siendo punteros en las grandes tecnologías. Para eso, no obstante, es preciso alcanzar cierto consenso político que hoy no se vislumbra.
La potencia emergente y la trampa de Tucídides
En las últimas décadas, China ha acumulado un enorme poder económico. Este poder se ha trasladado también a los ámbitos político y militar. Como consecuencia de ello, la configuración del sistema mundial ha cambiado. Lo ha hecho porque, en unos años, China puede tener un PIB mayor que el de Estados Unidos. También, porque cuenta con sectores tecnológicos muy avanzados en los que empieza a ser muy competitiva. Además, ha modernizado sus fuerzas armadas y se ha convertido en un actor de primer orden. Por tanto, estamos entrando en la dinámica de potencia emergente que rivaliza con la hegemónica. Esto es la trampa de Tucídides.
China y Estados Unidos ven la trampa de Tucídides de forma muy diferente. Para China, esto es algo casi natural. En sus cinco mil años de historia ha pasado tanto por momentos de esplendor como de declive. Ahora siente que está en un nuevo momento de auge y entiende que este relato es favorable para ella. Estados Unidos, en cambio, cuya historia solo abarca doscientos cincuenta años. Su trayectoria, en este tiempo, siempre ha sido ascendente. Eso le llevó a la cúspide del poder mundial hace cien años. Sin embargo, el país carece de experiencia en declives y en ciclos de decadencia y resurgimiento. A ellos, por tanto, les resulta difícil aceptar el relato que implica la trampa de Tucídides.
COROLARIO
A pocas generaciones toca ver un cambio de hegemonía, sea regional o mundial, tal fue el caso de Tucídides al reseñar en la Guerra del Peloponeso, dándonos evidencia de la reconfiguración de su época, o a quienes vieron caer al imperio romano de Occidente en el año 476 d.C. y del Imperio romano de Oriente en el año 1453 d.C.
Y más recientemente la caída del Tercer Reich el 8 de mayo de 1945, cuando Alemania se rindió ante los aliados, finalizando la Segunda Guerra Mundial, desencadenada por el régimen nazi en 1939.
Estamos en la antesala de un cambio de hegemonía mundial, somos testigos de la irrupción y posible creación de un nuevo orden mundial, entendámoslo o no, es deseable que pongamos atención, en ello nos va literalmente, LA VIDA.