Un análisis realizado por el BID sobre los perfiles de los emisores y receptores de remesas, da cuenta de que, aunque las remesas varían según la nacionalidad, el sexo y los años de permanencia en el exterior de las personas, los montos enviados oscilan entre 131 dólares y 648 dólares mensuales, y representan entre 6% y el 23% de los ingresos de las personas migrantes.
Más de la mitad de las personas migrantes indicó enviar dinero a la madre y una de cada tres al padre.
Entre los hombres, la mediana de remesas enviadas es de 300 dólares mensuales y se mantiene estable durante los primeros 15 años, disminuyendo como porcentaje de los ingresos a medida que éstos comienzan a crecer.
Entre las mujeres, el porcentaje de ingresos destinado a remesas se mantiene estable en el tiempo, por lo que los montos enviados aumentan a lo largo de los años.
Las encuestas realizadas por BID reflejaron el rol de las remesas para asegurar el nivel de vida de las familias en los países de origen.
El 80% de las personas migrantes mencionó que el dinero se destina a manutención, lo que incluye gastos cotidianos de comida, vivienda, transporte, entre otras.
El segundo uso corresponde a los gastos médicos, otros conceptos mencionados por más de la mitad de los encuestados incluyeron a la educación, ahorros, negocios e inmuebles.
El informe del BID proyectó que las remesas hacia los países de América Latina y el Caribe marcarán un récord en 2024, a pesar de tener el crecimiento más bajo de los últimos años.
Entre enero y septiembre de 2024, los connacionales mandaron a sus familiares en el estado mil 107.49 millones de dólares (mdd), cifra que posicionó a Chihuahua como la entidad líder en captación de remesas entre los estados de la frontera norte.