Cd. de México.- La introducción de combustibles ilegales, principalmente el huachicol, y otros que no están dentro del sistema formal de comercialización, están dañando más rápidamente la vida de los vehículos con motor de combustión, acusó la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores.
"Tenemos combustibles que no tienen certificación de calidad e impactan más al medio ambiente. Eso afecta a los motores, no se cumple con el rendimiento estimado (por los fabricantes) y esto tiene que ver con el sistema de adquisición de combustibles, por introducción ilegal", dijo Guillermo Rosales, presidente de la AMDA.
Durante el foro "Combustibles en México, su impacto en la movilidad, medio ambiente y salud pública", señaló que prueba de que se han introducido gasolinas ilegales es que, mientras el parque vehicular sigue creciendo, el crecimiento de combustible registrado va a la baja.
Apuntó que el origen del huachicol no solo es el tradicional, es decir, aquel que se da por robo de combustible a los ductos y pipas, incluso a las refinerías, para su posterior comercialización.
"Existe un huachicol fiscal, que consiste en crear un esquema para introducir energéticos con una fracción arancelaria distinta. Es decir, se simula la importación de combustibles como si fueran otros productos, principalmente lubricantes, alcoholes y aditivos, para evitar el pago del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas y diésel" sostuvo.
Añadió que también puede ejecutarse declarando un menor volumen importado, falsificación de documentos o bien, mediante contrabando puro, es decir, sin registro.
Recordó que el exsubsecretario de Energía, Francisco Barnés de Castro dijo que entre 40 y 50 por ciento de la gasolina y diésel que se importa a México y que se vende en el País, es huachicol fiscal, y para que ello se realice, debe haber involucrados funcionarios de Petróleos Mexicanos (Pemex), Gobierno federal y locales.
La AmCham México ha planteado que entre 30 y el 40 por ciento del diésel y la gasolina que se comercializaba en México provenían del contrabando de hidrocarburos o huachicol fiscal.
En el mismo foro, Humberto Gómez, académico de la INA, y quien presentó un estudio sobre calidad de las gasolinas en el País, alertó que todas las marcas de gasolineras, nacionales y extranjeras, mostraron tener contaminantes e incluso compuestos prohibidos, que no solo causan daños al motor de los autos sino a la salud de las personas.
"En todas las muestras de gasolina proveniente de Pemex, G500, Shell, Valero, EXXON, todas, se detectaron olefinas volátiles (menores de 6 átomos de carbono); estos compuestos van a formar la mayor parte del vapor superficial sobre el seno del líquido.
"Con ello, tanto en el tanque de combustible del auto como en los contenedores de las estaciones de servicio, estos se fugan al ambiente por la purga de los tanques de almacenamiento y cada vez que se carga gasolina, y como estos son los precursores de ozono más importantes", expuso.
Detalló que la gasolina mexicana tiene un alto contenido de azufre, el peor enemigo de los convertidores catalíticos de los autos. Incluso, reveló, no se notó un diferencial relevante entre el octanaje de la gasolina Premium en comparación con la Magna.
"Las gasolinas que se distribuyen en el país contienen metales, evidentemente estos deben encontrarse como complejos organometálicos que no son volátiles y van a contribuir a la formación de gomas. Dichos metales presentes son magnesio, zinc, cromo y fierro", puntualizó.
Ante ello, alertaron los expertos, el mantenimiento de los automóviles en México tiene que darse con mayor frecuencia y no se logra alcanzar el rendimiento óptimo que ofrecen los fabricantes.