Chihuahua.- La reciente resolución judicial que prohíbe las corridas de toros en todo el estado de Chihuahua ha sido celebrada por asociaciones civiles y activistas como un triunfo histórico en la defensa de los derechos animales; ahora, los impulsores de esta lucha buscan extender la prohibición a otras prácticas consideradas crueles, como las peleas de gallos.

Uriel Octavio Estrada Martínez, activista conocido como “Superhumano” y uno de los quejosos del caso, explicó que esta victoria es el resultado de años de esfuerzo. “Esta resolución no sólo aplica para la ciudad de Chihuahua, sino para todo el estado. Es un paso importante, pero no nos detendremos aquí. Ahora buscaremos que también se prohíban las peleas de gallos”, afirmó.

Estrada Martínez destacó que la lucha por la prohibición de las corridas de toros no fue fácil. “Desde que publicaron la Ley de Bienestar Animal, ya estaba prohibido de manera tácita en todo el estado, pero no se cumplía. Fue necesario recurrir a la justicia federal para que la hicieran valer”, explicó. El activista recordó que durante más de un mes realizaron cinco activaciones antitaurinas, incluyendo el cierre de calles y protestas en lugares estratégicos para visibilizar su causa. “El gobierno nos ignoró, nos minimizó, pero finalmente logramos que se escuchara nuestra voz”, dijo.

Además, Estrada mencionó que la resolución judicial sienta un precedente importante para otros municipios y estados. “Ya hay varios estados, como Veracruz, que han prohibido estas prácticas. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha sido clara: no pueden justificar el maltrato animal bajo el argumento de la cultura o el derecho al trabajo”, afirmó.

Por su parte, Susana Acosta, abogada que interpuso el amparo en contra de las corridas de toros, detalló que la sentencia judicial ordena a todas las autoridades competentes dar cumplimiento a la Ley de Bienestar Animal, así como a la legislación nacional e internacional en la materia. “La resolución está fundamentada en sentencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en la reforma al artículo Cuarto de la Constitución, que ahora protege de manera explícita a los animales”, explicó.

Acosta también resaltó el papel de la jueza Marta Cecilia Zúñiga, cuya intervención fue clave para garantizar el cumplimiento de la suspensión definitiva. “Fue una actuación diligente y oportuna que “evitó que llevaran a cabo un evento que habría violado la ley”, señaló.

La abogada agregó que, aunque la prohibición de las corridas de toros representa un avance significativo, aún hay mucho por hacer. “En Chihuahua y en todo el país, hay muchas formas de maltrato animal que deben ser erradicadas. Necesitamos mejorar la Ley de Bienestar Animal y el Código Penal del estado, pero, sobre todo, asegurarnos de que se cumplan”, afirmó.

Respecto a las peleas de gallos, Uriel Estrada reconoció que será una lucha más complicada. “Ahí se mueven muchas influencias y drogas. La gente no anda con miramientos, y es peligroso para los activistas”, dijo. Sin embargo, confía en que, a través de la vía legal y el activismo social, puedan lograr su prohibición.

Acosta, por su parte, señaló que la sentencia contra las corridas de toros también sienta un precedente para otras formas de maltrato animal. “La norma oficial mexicana establece cómo deben dar muerte a los animales, y ninguno de los instrumentos usados en las peleas de gallos cumple con esos lineamientos”, explicó.

Ambos coincidieron en que la lucha por los derechos animales no termina con esta victoria. “Hay muchas otras formas de explotación y maltrato que debemos abordar, como el uso de animales en espectáculos y la falta de aplicación de las leyes existentes”, dijo Estrada.

Mientras tanto, la prohibición de las corridas de toros en Chihuahua ya es una realidad, y marca un precedente esperanzador para quienes buscan un trato más justo y humano hacia los animales. La lucha continúa, pero hoy, al menos, hay motivos para celebrar, afirmaron.