He mencionado con anterioridad, que debido a mi actividad política, tengo la fortuna de viajar continuamente por todo el Estado; además de hacer presencia y conocer lugares, ello me permite a su vez, darme cuenta de las variadas problemáticas que se viven y padecen en la entidad. Un tema sentido por la sociedad, es lo relativo al precio de la gasolina.
Se nos dijo hasta el cansancio y se nos aseguró por parte de AMLO, que nunca más habría “gasolinazos”; que bajaría a $10.00 (diez pesos) el precio por litro; que aniquilarían el “huachicoleo”; que en la frontera sería mucho menor el costo para ser más competitivos con respecto a Estados Unidos y muchas mentiras, al respecto. Otras más de las promesas incumplidas de López Obrador.
Hay algunos lugares de Chihuahua, en los que llega a costar: $30.00 o $32.00 y hasta $35.00 cada litro de combustible. Debido a la dificultad de los accesos y movilidad para llevarla a todos los rincones del Estado.
Los principales productos que expenden en los establecimientos, tanto de Pemex como de todas las marcas comerciales conocidas, son 3: gasolina Magna, Premium y Diésel.
En este momento, hay Estados del país, como Nuevo León, en donde ya cuestan: Gasolina Magna: $24.886; Gasolina Premium: $27.155; Diésel: $25.557.
Mientras que el precio promedio en el Estado Grande, está en: Magna: $23.37; Premium: $25.80; Diésel: $23.36. Según datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), ente público del gobierno de la República. Con ciertas variables en cada municipio. Pues en Allende, Delicias y Parral, se reportan las tarifas más altas que en el resto.
Sugiero a mis amables lectores, verificar en los portales de la PROFECO, las recomendaciones que hacen, acerca de los negocios en que está más cara, que tienen quejas de los consumidores, a donde ir o a donde no para surtir este producto, que de alguna manera es de primera necesidad, pero que en estas fechas, por el alto costo, parece un lujo.
Son múltiples factores o criterios los que inciden en el establecimiento del precio diario de los combustibles: la cotización del dólar, el costo del petróleo, el margen de ganancia para las empresas y en gran medida, el alto porcentaje de los impuestos.
Si el gobierno federal, quisiera hacer algo realmente benéfico por las y los mexicanos, podría comenzar por disminuir la tasa de gravamen al producto y por autorizar un subsidio, como se tenía antes.
Para ejemplificar esto y dar mayor comprensión: de los 23 pesos cerrados que se pagan por litro, casi 7 son de un impuesto (IEPS) y de ahí, hay la posibilidad de que la Secretaría de Hacienda, en apoyo a los automovilistas, otorgue un subsidio. No es que nos haga un descuento en el precio como tal, sino en el impuesto. Está en sus manos y debería hacerlo.
Es decir, que sea el propio gobierno quien absorba ese costo y por lo tanto, el consumidor pague un precio menor. Pues, lo que ahora sucede, es que la SHyCP, ya no autoriza un buen porcentaje que redunde en un ahorro, sino que solo rondan los 10 a 13 centavos por litro, lo que nos “regala” esta dependencia. Esto solo aplica a la Magna y el Diésel, pues la gasolina “roja” o Premium, no tiene autorizado ningún subsidio.
Si amplían el porcentaje del subsidio, pagaríamos un poco menos. No lo hacen, porque es de los impuestos de donde sale dinero para que puedan seguir robando cada vez más y más los hijos del presidente Andrés Manuel. Mientras tanto, somos los ciudadanos cumplidos, quienes seguimos manteniendo a esa bola de huevones; y, cumpliendo los caprichos del Residente de Palacio. Quien tendrá un retiro bastante ostentoso.
Ya es momento, de exigir el apoyo del gobierno.
Ya es momento…