-Otra gira de Claudia sin pisar Chihuahua

-Pésimo, el monigote de Athié en el TSJ

De casualidad o “la pusieron”, como haya sido, pero la detención la semana pasada de Eslith Jenifer P.M, pareja sentimental de Jesús Omar Arvizo, “El Puma”, líder de Gente Nueva en Madera, se ha vuelto en un foco de color rojo intenso.

La joven de 24 años circulaba a bordo de una Silverado, presuntamente escoltada por una Tahoe, por calles céntricas de la cabecera municipal. Armada con una escuadra y con un hijo pequeño en brazos, dejó su vehículo y trató de huir cuando los agentes de la Policía Estatal le marcaron el alto, en una acción que, según algunos de Madera, parecía muy dirigida en contra de la mujer.

La versión cobra fuerza porque nomás ella fue detenida, inmediatamente después de ser desarmada y neutralizada. Del vehículo que la seguía ni un alma, como si lo condujera un fantasma o fuera un auto de los que ya no requieren chofer.

En ese otro vehículo fueron encontrados 660 mil pesos mexicanos en una mochila. Todo en cash, en billetes grandes y chicos, que fueron asegurados junto con la mujer, el arma y las dos camionetas.

La detención de Eslith Jenifer fue un escándalo porque en el pueblo todo mundo sabía de su relación con El Puma, sucesor de El Jaguar, líderes delincuenciales de grupos y células con diferentes denominaciones, pero subordinados a estructuras superiores del Cártel de Sinaloa, con operaciones en los límites de Chihuahua y Sonora, por el lado de Madera; enemigos, por supuesto, de La Línea y otros de esa vertiente criminal.

Pero más allá de discusiones sobre las parejas de los líderes delincuenciales, hay cierto nivel de alerta porque, presuntamente, el dinero asegurado era la nómina de los integrantes del grupo criminal, que cobran como cualquier empleado un sueldo periódicamente.

Si la nómina no llegó a su destino, si no llegó a manos del pagador y de los destinatarios finales, quién sabe qué puedan hacer para subsistir esos soldados de un grupo delincuencial, que no trabajan gratis y además andan armados.

Tal vez el golpe no parezca mucho para las finanzas de una célula criminal que, suponemos, gana más que eso con la droga, las extorsiones y otras actividades productivas para ellos, pero quien asuma las pérdidas no estará nada contento, sea el jefe o sean sus empleados.

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Chihuahua no ha sido un estado invisible para Claudia Sheinbaum. Tampoco ha sido prioritario en el sentido clásico del poder central. Ha sido, más bien, un territorio simbólico: frontera, sierra, deuda histórica con los territorios indígenas y termómetro político.

Eso puede concluirse tras la quinta visita a la entidad, como presidenta electa y en funciones, en la que muestra dichas prioridades de su administración y deliberadamente no pisa la capital del estado, a pesar de un ambiente muy favorable para la 4T, tanto que mantiene las alarmas encendidas entre los liderazgos opositores que consideran la ciudad de Chihuahua como su gran dominio, su cereza del pastel, su joya de la corona.

La presidenta hizo su primera escala en el vasto complejo militar de Santa Gertrudis (150 mil hectáreas para el Centro Nacional de Adiestramiento, Criadero de Ganado y Base Aérea número 11), junto con el secretario de la Defensa, Ignacio Trevilla Trejo, como parte de un programa de convivencia con los soldados y sus familias.

Ahí, bajo el mejor resguardo que podría haber en Chihuahua, descansó, para volar la mañana del sábado a la comunidad de Mala Noche y el pueblo de Santa Tulita, Guadalupe y Calvo, donde se encontró antes del mediodía con la gobernadora, Maru Campos y cinco secretarios del gabinete federal que fueron convocados a la ceremonia oficial de entrega de tierras para las poblaciones indígenas originarias.

Fue importante el mensaje del arribo de Campos Galván para la recepción de la presidenta, pero sobre todo el de asistencia de los altos funcionarios federales llamados a la gira: Edna Elena Vega, de Desarrollo Territorial; Ariadna Montiel, de Bienestar; Mario Delgado, de Educación; Jesús Antonio Esteva, de Infraestructura, Comunicaciones e Infraestructura, además de titulares de diversos ramos descentralizados federales.

Sábado en la tarde y domingo en la mañana, la presidenta los dedicó a Ciudad Juárez, con agenda intensa, bastantes momentos de plática privada con la gobernadora y con la secretaria de Bienestar, presente en casi toda la gira.

La agenda desarrollada en la frontera -con un apapacho especial al alcalde, Cruz Pérez Cuéllar- muestra el nivel que tiene Juárez en las prioridades federales.

Así, desde la capital se observan con atención los compromisos anunciados: seguridad en la sierra, atención social en Juárez y programas federales que deberán operarse en coordinación con las autoridades estatales y locales. El reto no está en el discurso, sino en la coordinación real entre Federación, Estado y municipios, una asignatura pendiente que en Chihuahua se nota con claridad.

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No pueden, pues, ser escatimados esos apoyos de la Presidenta a la población originaria de la Sierra Tarahumara. Lo demostró al firmar la restitución y reconocimiento de tres mil 700 hectáreas para el pueblo Odami Mala Noche, en la comunidad de Santa Tulita, Baborigame, en el municipio de Guadalupe y Calvo.

Sin embargo, para que el Plan de Justicia tenga resultados integrales, es indispensable reforzar la seguridad en esa región devastada por los grupos criminales que se pelean el dominio de la zona, en donde colindan cuatro estados.

También sería bueno que el gobierno federal le eche un vistazo a las condiciones deplorables de los tramos carreteros en esa zona, particularmente entre Guadalupe y Calvo y Parral. Seguramente funcionarios federales, estatales y militares se dieron cuenta de ello al transitar por esos “caminos”.

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De mal en peor va la Unidad de Notificación del Tribunal Superior de Justicia.

Los abogados y los mismos actuarios no dejan de quejarse de su titular, Daniel Castilllo Santana, quien aseguran no sirve para resolver absolutamente nada, por lo que tienen que acudir directamente a Presidencia o en su caso a hacerle alboroto al secretario Fierro para que les resuelva sus problemas.

Caro le está saliendo el chiste a la presidenta, Marcela Herrera, por andar haciéndole caso al magistrado, Yamil Athié Gómez, de poner a su monigote de titular en donde se requiere más que un compañero de juerga.

Ahí se requiere una persona con liderazgo, presencia y capacidad de resolver de "ipso facto", atributos que a Daniel Castillo le son escasos en su totalidad. “El Chompiras" le empezaron a apodar entre pasillos del Tribunal.

Aquí lo alarmante es que si de ese nivel de personajes va a estar conformado el equipo de Athié cuando asuma la presidencia, qué le espera al ya socavado Poder Judicial del Estado.

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Demasiadas dudas y pocas certezas con el comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores, emitido el viernes, de que México empezará desde este lunes 15 con el envío gradual de 249 mil 163 millones de metros cúbicos de agua, con la meta de terminar de pagar en enero de 2026.

La zozobra mayor es, lógicamente en Chihuahua, por la sequía de este año, y porque más allá del Tratado Internacional de Aguas de 1944, lo cierto es que apenas alcanzará para los cultivos del primer ciclo agrícola que inicia en abril de 2026.

Al respecto se han sumado voces de expertos, incluido al propio exgobernador Patricio Martínez en su carta a la presidenta, Sheinbaum.

Miguel Ángel Montoya, consultor independiente en políticas públicas y legislación del agua, ha declarado que el Tratado no se basa en cantidades fijas, sino que se trata de un acuerdo dinámico y puede cambiar mediante actas modificatorias de acuerdo con la disponibilidad de agua en los dos países.

En ese sentido, se pronuncia porque México pague entre el 30 y 40 por ciento, pero no la totalidad comprometida.

Veamos si hay mayor precisión de la Presidenta su Mañanera de este lunes.

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El que anduvo de nuevo la frontera fue el alcalde, Marco Bonilla. Estuvo en el mercado San Pancho, no solo para hacer compras navideñas, también para conocer de viva voz de los locatarios las necesidades que tiene este lugar y anotarlas muy bien en su libreta personal.

No es la primera vez que Bonilla hace estos recorridos por Juárez, meses atrás estuvo en el mercado de “La Rayón” y por lo que sabemos, al igual que esa vez, en esta visita le fue bien, muchos locatarios se acercaron para tomarse la foto, y platicar de cómo andan las cosas por allá.

En las zonas que Bonilla visita ya lo reconocen, unos lo ubican como alcalde de la capital y otros por la publicidad que aparece en la frontera; lo que si es un hecho es que al igual que en las colonias de Chihuahua, allá los recorridos le favorecen porque los juarenses lo ven cercano y eso marcará la diferencia en el 2027.