«Una **corriente política** es un conjunto de ideas, posturas o tendencias que coexisten dentro de un movimiento, partido o ideología política más amplia. No son partidos. Son tendencias, no estructuras organizativas»: AI

Contaban en los corrillos del PRI, en los tiempos en que era el partido hegemónico de México, en una de las sucesiones presidenciales, que varios políticos jóvenes, que tenían como ideólogo, maestro y guía a Jesús Reyes Heroles (sin duda, al que es considerado como el más consistente ideólogo del PRI), se acercaron a él para pedirle su consejo y ver a qué precandidato deberían apoyar.
A todos les dijo sólo una frase: Dispérsense, luego se juntan.
El cuento viene a colación porque desde hace años los integrantes de uno y otro bando, ya sean los morenistas, los panistas o los priístas, para denostar al contrario, se acusan de duartistas.
¿Deveras existe el ‘duartismo como tal? ¿Es tan fuerte y tan trascendente el legado del ex gobernador, César Duarte, que unos y otros se acusan de pertenecer a esa corriente política?
¿O, mejor aún, que el ex gobernador, aún desde el extranjero, luego en la cárcel y ahora en libertad restringida (Ah, pero bajo juicio) mueve los hilos de la política local?
Aquí, frente a nosotros, sin darnos cuenta de fenómeno tan trascendente, y sobre todo, contradiciendo la concepción que el ex gobernador Javier Corral tiene de nosotros, -pues para él seguimos siendo una insignificante aldea- nació, creció y se fortaleció una corriente política que ha rebasado las fronteras ideológicas y las estructuras partidistas de Chihuahua.
Sí, porque en su opinión, que comparten lo mismo sus nuevos compañeros de partido, los morenistas fundadores, y los recién llegados, como él, al partido de López Obrador, Duarte dirige lo mismo a la gobernadora, que a todas las fuerzas políticas alrededor del grupo gobernante de Chihuahua.
Buena, esa ‘corriente’, que lo mismo rompe con todas las definiciones de las antiguas enciclopedias, que de las proporcionadas por la Inteligencia Artificial, según esas versiones, ha crecido al amparo del grupo gobernante, el dirigido por Maru Campos.
Una cosa comparten los señalados por los de Morena: Todos participaron de alguna manera en el gobierno del ballezano, pero de ahí a que hayan conformado una corriente política hay un mar de distancia.
¿Qué los une? Podríamos decir que dos cosas: Participar en las estructuras de gobierno del actual grupo gobernante y ser opositores (por ahora) a Morena y sus gobiernos.
No hay pronunciamientos políticos o mensajes ideológicos que los caracterizara como corriente política.
Y menos si revisáramos las historias políticas de muchos de ellos, porque en una buena parte de los casos, los priistas que alcanzaron primeros niveles en la administración estatal de Duarte, también lo hicieron en administraciones estatales anteriores a esa.
Si se atiene uno a los espacios políticos que hoy ocupan muchos de ellos, llegaremos a la conclusión de que a quienes señalan de pertenecer a esa corriente política, que los morenistas, peyorativamente, le llaman duartismo, en realidad no existe; los enlistados comparten, más bien, una ambición «aspiracionista».
La presente edición de esta discusión la desató el sorpresivo y criticado nombramiento del ex líder de las juventudes priistas, Christopher James Barousse, -quien fue acusado de formar parte de la nómina secreta de César Duarte- como rector de la Universidad Politécnica de Chihuahua.
Ante ese nombramiento, Corral reaccionó y acusó a la gobernadora de fortalecer «las redes de corrupción de César Duarte», colocando «a distintos personajes en la administración pública para manejar nuevamente presupuesto, hacer otra vez negocios, enriquecerse, robar y burlarse, de nuevo del pueblo de Chihuahua».
Sin voltear a mirar a su lado, adelante y atrás, lanzó una de sus acostumbradas frases, que nunca, piensa, podrían achacársele él: «Si algo enfada a los chihuahuenses es el engaño, la simulación y la burla».
Pues claro, porque el ‘duartismo’ llegó a todos lados, miren si no es así.
Daniel Murguía, diputado federal por Morena, luego de haberse desempeñado como diputado local por el PRI, en la primera mitad del gobierno de Duarte, se registró, en 2021, a la candidatura priista a la sindicatura de Juárez por Morena. La dejó porque la 4T, en el mismo mes, lo nombró candidato a diputado federal.
Brenda Ríos, ex candidata al Gobierno del Estado y dirigente del Partido Verde, casada con un priista-duartista muy renombrado, Alex LeBaron, hoy es diputada local plurinominal por Morena, (en el primer lugar de la lista), luego de haber sido designada por Claudia Sheinbaum enlace con los empresarios de Chihuahua.
Adriana Terrazas, que fue diputada local de Morena, fue la coordinadora de la campaña de Enrique Serrano a la gubernatura del Estado por el PRI, sin duda el más cercano al ex gobernador César Duarte.
Mayra Chávez, quien fuera diputada y presidenta del Comité Municipal del PRI de Juárez, en tiempos de Duarte, es hoy la Delegada de los Programas del Bienestar en Chihuahua. A ese cargo llegó luego que Juan Carlos Loera la nombrara parte de su equipo cuando fue el delegado.
Por si faltaran datos y episodios sobre las relaciones del morenismo con el ‘duartismo’, ahí está el de la campaña del 2021, cuándo usuarios de los distritos de riego del centro sur, del Estado, al tener conocimiento de la llegada a la región de Juan Carlos Loera, candidato de Morena a la gubernatura, lo persiguieron, hostigándolo constantemente.
Loera se refugió en la casa de dos de los más destacados excolaboradores de César Duarte en esa región.
Caso especial fue el del recientemente fallecido, Javier González Mocken, quien fuera alcalde suplente de Juárez, cuando Enrique Serrano buscó la gubernatura.
Luego sería candidato de Morena a la Presidencia Municipal y a la siguiente elección repitió, solo que ahora por el PAN. De ahí pasó a la Secretaría de Educación Pública del gobierno de Maru Campos.
Fue tan apreciado en Morena que le acuñaron el mote de «Súper Mocken».
Y si se denomina ‘duartistas’ a quienes participaron en alguno de los niveles de gobierno en aquel sexenio, Santiago de la Peña, el secretario de Gobierno de Maru Campos, podría ser ubicado de ese modo pues fue secretario del ayuntamiento con el alcalde Javier Garfio, cuando éste era uno de los más cercanos al exgobernador César Duarte.
Y como de todo da la viña del señor, quien es ahora uno de los más elevados funcionarios de Relaciones Exteriores, al lado de Marcelo Ebrard, Héctor Ochoa Moreno, fue el responsable de Comunicación Social de Garfio. Resultaría que también es un ‘duartista’.
Es que la diáspora duartista se asemeja a la «cantera» de las Chivas del Guadalajara (cuando existía) pues exportó ‘duartistas’ a todos lados y como Maru Campos abrió todas las posibilidades, llegaron a la administración panista varios que participaron en el gobierno del ahora ‘ideólogo’ de Balleza:
José Miguel Salcido, ex secretario de Educación y expresidente del Tribunal Superior de Justicia; Enrique Serrano, ex candidato al gobierno de César Duarte, líder de los diputados locales y ex alcalde juarense; hoy es el coordinador general del Consejo Estatal de Población (Coespo).
Mención aparte merecen los más visibles antiduartistas, en su momento, fuera del PAN y de Morena: Marco Adán Quezada y Eloy García Tarín, el primero alcalde en la primera mitad del gobierno duartista y el segundo su secretario en el Ayuntamiento.
Sus vidas, ahora, son muy distantes pues Marco Adán ha sido candidato de Morena a la alcaldía capitalina y a una diputación federal y Eloy es el encargado de Comunicación Social de la Fiscalía General del Estado, con César Jáuregui.
Y cómo olvidar las frases del ahora senador, Juan Carlos Loera, a quien es en la actualidad alcalde juarense, por Morena, Cruz Pérez Cuéllar. Loera le escribió en su muro de Facebook lo siguiente: «Que no se le olvide al duartismo (sic) que regresa, que no son los mismos tiempos de Peña Nieto ni del calderonismo…».
No, po’s sí regresó y se extendió por todos lados.
Pero ¿De veras es ‘duartismo’, o es solo la manifestación ‘aspiracionista’ de nuestra clase política que lo busca es ‘servirle’ a la gente?
Son como el piloto mexicano, en la guerra civil española, que llegó con los republicanos. Luego que tumbaron su avión y ser aprehendido por los franquistas les pidió un avión para ir a combatir.
-¿Po’s que no venías a combatir al lado de los republicanos?
-No, yo vine a matar gachupines.
Columna de Plata de la Asociación de Periodistas de Cd. Juárez (APCJ): 2008, 2015, 2017, 2022 y 2023
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